James Nachtwey: el hombre tranquilo que fotografía la guerra

Suya fue la imagen que simbolizó el horror entre hutus y tutsis. Machetazos en la cara y en el corazón. Porque las fotografías de James Nachtwey son de las que se clavan como puñales en nuestra conciencia. La mirada del hambriento que morirá poco después en Somalia. La mirada hambrienta del que está a punto de matar en Sarajevo. Y la mirada del que siente el miedo a la vuelta de la esquina. Nachtwey ha estado presente en todos los conflictos bélicos y crisis humanitarias de los últimos 40 años. Siempre con una asombrosa tranquilidad, silencioso, respetando el inimaginable dolor que sienten sus protagonistas. Sus ojos han presenciado ejecuciones. Llantos que no se ven pero se sienten. O escenas cotidianas de cómo la vida resurge en medio de la nada. Es el trabajo del nuevo Premio Princesa de Asturias de comunicación. Un ejemplo para cualquier fotoperiodista. El hombre convencido de que sus fotos pueden mejorar el mundo.