Expertos advierten de que la situación este verano puede ser "dantesca, un verdadero infierno"

Según han explicado, los recortes de los últimos años en limpieza de los montes y los bosques y en medidas de prevención han provocado que estos estén en condiciones de riesgo de cara a la temporada de incendios, algo que puede provocar que el verano se convierta en "un verdadero infierno" en los montes españoles, según la decana del Colegio de Ingenieros Técnicos Forestales, María del Pilar Avizanda.

Tanto ella como el decano de los Ingenieros de Montes, Eduardo Rojas, han manifestado su pésame a la familia, amigos y compañeros de Santana y han manifestado su reconocimiento a los "miles de profesionales que luchan contra el fuego para proteger al resto de la sociedad".

"Hay que ser conscientes del alto riesgo de ese trabajo por muchas medidas de seguridad que se tomen. Todos los años hay víctimas personales. Sin la vocación y el compromiso de estos profesionales los incendios forestales en España tendrían unas consecuencias mucho más graves", han manifestado.

Rojas ha hecho hincapié en que, precisamente por la amenaza que suponen los incendios para las personas, los montes y los recursos naturales "nunca será suficiente la rigurosidad" con que se tomen las cuestiones relacionadas con tener los bosques en el mejor estado posible para evitar los incendios y que, en caso de producirse, sus efectos sean lo más "minimizados, acantonados y limitados" dentro de lo posible. "No se puede limitar la lucha contra los incendios a la extinción", ha advertido.

URBANIZACIONES EN ESTADO "LAMENTABLE"

En este sentido, ha puesto de relieve que actualmente "es muy raro" que las urbanizaciones y viviendas en zonas forestales cuenten con medios de autoprotección ante incendios, algo que, a su juicio, supone una dispersión de los profesionales y medios encargados de luchar contra el fuego, debido a que la prioridad es la protección de vidas y bienes personales, que provoca que los incendios sean más difíciles de controlar y sus efectos mayores.

"Tenemos urbanizaciones en un estado bastante lamentable y al final es una responsabilidad de los vecinos y de los ayuntamientos tener el monte en buenas condiciones tanto para la seguridad de la extinción como para la propia seguridad de los vecinos --ha señalado--. Es una responsabilidad colectiva. Es muy fácil decir que es trabajo de los bomberos pero vivimos en un país con este apartado de riesgo y hemos de adaptarnos a este elemento".

Además, tanto él como la decana de los Ingenieros Técnicos Forestales han hecho hincapié en que la prevención de incendios es una tarea que no se puede limitar al periodo estival sino que se ha de llevar a cabo durante todo el año, mediante el mantenimiento de los bosques y montes lo más limpios posible y evitando la acumulación de combustible en zonas de alto riesgo o difícil acceso.

"La actual situación económica del país ha provocado que todas las Comunidades Autónomas hayan reducido de forma radical y dramática las inversiones en gestión forestal y por ende en trabajos de prevención de incendios forestales en los últimos años --ha advertido Avizanda--. La crisis que atraviesa el mundo rural actual comporta además la pérdida de la capacidad de detección y extinción inmediata por parte de la población rural, pérdida de caminos rurales al invadirlos la maleza, conocimiento del territorio, etc. Si a esto le unimos que estamos sufriendo unas condiciones meteorológicas muy severas, la situación con la que nos podemos encontrar este verano puede ser dantesca, un verdadero infierno".

TERRORISTAS AMBIENTALES

Por ello, ha incidido en la importancia de la concienciación a la ciudadanía para evitar conductas de riesgo que eviten los incendios que se producen por causas humanas y que son "provocados por causa humana en un 96%" de los casos.

Avizanda ha pedido además que caiga "todo el peso de la ley" sobre quienes causan los incendios, tanto si se producen por negligencias como por causas intencionadas y ha recordado que, según el Código Civil, la pena por causar un incendio en el que se produzcan daños materiales o humanos puede alcanzar los 20 años de prisión, especialmente si el causante esperaba obtener un beneficio económico.

"España necesita una mayor sensibilización ambiental, debemos ser conscientes de las enormes pérdidas que generan incendios de estas características. Y sobre todo, debemos conseguir, que todo el peso de la ley caiga sobre estos terroristas ambientales y que estos delitos no queden impunes, y es más, esas penas deben ser mucho más duras que las actualmente existentes", ha manifestado.