Esperanza Aguirre atribuye el auge del independentismo catalán al adoctrinamiento educativo y Rubalcaba a la crisis

Los exministros de Educación Esperanza Aguirre y Alfredo Pérez Rubalcaba discrepan sobre la causa del aumento del independentismo catalán. Mientras la primera opina que el origen se encuentra en el adoctrinamiento educativo durante décadas, Rubalcaba cree que se debe a la crisis económica y a la falta de un proyecto para Cataluña de los partidos constitucionalistas.

Durante su participación en el V Encuentro Nacional de la Sociedad Civil 'Educación y libertad de enseñanza en el siglo XXI: Retos y desafíos', organizado por la Fundación Independiente, ambos políticos han participado en calidad de extitulares de Educación --Rubalcaba entre 1992-1993 y Aguirre entre 1996-1999-- junto con José Manuel Otero, ministro con Adolfo Suárez.

Aguirre ha sido la primera en mencionar la situación catalana en su primera intervención, donde ha afirmado que "existe unanimidad en que la educación es una de las causas fundamentales de la situación actual en Cataluña" y ha advertido de que los nacionalistas "idearon una estrategia a largo plazo para inculcar el odio a España".

A su juicio, los alumnos de esta comunidad autónoma, desde los tres hasta los dieciocho años, "escuchan 'España nos roba'", una "estrategia frutífera" que, según ha dicho, es un ejemplo de que la educación puede ser "un arma de ingeniería social". "Para los nacionalistas ha quedo claro que los niños son unas almas tiernas que se pueden modelar al gusto del poder político", ha aseverado.

Rubalcaba ha replicado a la también expresidenta de la Comunidad de Madrid, aunque esta ya se había marchado del debate, y ha dicho que el auge independentista tiene su origen en 2008 y 2009, años en los que la representación política de ERC e ICV era de tan sólo de un escaño. "Hay una cosa que se llama crisis", ha advertido el exministro, que ha aclarado que "ese 'España nos roba' es un lema de 2013" del Ejecutivo de Artur Mas "para justificar los recortes".

Para el también exministro del Interior existe un "problema de análisis político" y ha advertido de que si el adoctrinamiento educativo fuera la causa, el independentismo subiría en los más jóvenes y no en el de los mayores, como ha ocurrido "de forma paralela". Asimismo, ha señalado que en el País Vasco, donde hay ikastolas, el independentismo ha caído en los últimos años.

"No caigamos en eslóganes fáciles", ha reiterado, en alusión al análisis de Esperanza Aguirre, y ha advertido de que el apoyo de los jóvenes a Podemos y Ciudadanos en el ámbito nacional no tiene que ver con la educación recibida sino con una mayor identificación con su proyecto frente al de los partidos tradicionales.

"¿Los profesores les han hecho populistas? Pues no", ha apostillado, para añadir que la educación, pese a tener una importancia enorme, "ni lo arregla todo ni lo destroza todo". "Seamos serios y arreglemos lo que hay que arreglar, pero hagámoslo una vez estudiemos lo que está pasando", ha concluido.

El filósofo, pedagogo y catedrático de instituto José Antonio Marina ha abordado este asunto en una mesa redonda anterior a la de los políticos, donde, preguntado por la manipulación en Cataluña de asignaturas como Hiroria, este ha contestado que aunque el Gobierno hable ahora de una reforma de la Inspección educativa, tanto el PP como el PSOE "se han callado" durante años "porque necesitaban los votos de los nacionalistas" para gobernar.

"Menos pasteleo político al hablar de Educación", ha aseverado este experto, que se ha referido con ello a la intervención en la inauguración de esta jornada de debates del secretario de Estado de Educación, Formación Profesional y Universidades, Marcial Marín, que ha afirmado que las competencias educativas están en manos de las comunidades autónomas y ha admitido que las funciones de la Alta Inspección Educativa del Estado "son muy pocas".

Marín ha señalado que son las inspecciones regionales las que tienen el peso en esta tarea y que cuando estas "miran para otro lado" es la Alta Inspección la que "tiene que exigir que cumplan con la legalidad". Asimismo, ha reiterado la intención del Gobierno de reforzar las competencias de este organismo tras las denuncias de adoctrinamiento en el sistema educativo catalán.