Aumenta la preocupación por el paro

El estudio, hecho público este jueves, se basa en un total de 2.493 entrevistas personales y domiciliarias realizadas en 256 municipios de 48 provincias entre el 1 y el 12 de octubre y tiene un margen de error de más/menos 2%.

La encuesta no revela grandes cambios en la tabla de los principales problemas del país, que siguen encabezados por el desempleo, con un 79,1% de menciones, medio punto más que en la encuesta de septiembre, un mes en el que el paro subió y elevó los registrados en los servicios de empleo a 4,09 millones de personas.

La corrupción, segundo gran problema

Como segunda preocupación nacional repiten la corrupción y el fraude, que se mantienen en los mismos niveles que un mes antes, con un 39,4% de alusiones de los entrevistados, y, la tercera plaza es, otra vez, para los problemas económicos que, con un 24,7%, caen 0,6 puntos respecto a septiembre.

El sondeo también vuelve a poner de manifiesto que sigue cayendo el porcentaje de españoles que descalifican la coyuntura económica. En concreto, entre septiembre y octubre han bajado un punto, quedándose en el 64,6%, los que la tildan de "mala o muy mala". Justo un año antes ese porcentaje estaba en el 82,2% y, en octubre de 2013 llegó al 88,4%.

Enfrente hay un escaso 3,4% que define como "buena o muy buena" la situación económica (una décima menos en el barómetro anterior). También marcan récord el 21,6% que cree que ahora la economía está mejor que hace un año y el 24,2% que juzga que está peor. Para el 26,5% habrá mejorado dentro de doce meses, mientras que el 14% augura lo contrario.

El 70% critica la situación política

Como cuarto problema nacional figura un mes más la clase política en general, aunque sus menciones bajan dos décimas respecto a septiembre y se apuntan un 21,5%. También hay un 2,6% de cuestionarios en los que el Gobierno y los partidos son citados como 'problemáticos' y que contrasta con el 4,2% que se habían anotado un mes antes.

Respecto a la situación política a mes y medio de las elecciones generales, es "mala o muy mala" para el 70%,4 de los sondeados (un punto menos que en septiembre) y "buena o muy buena" para el 3,6%. Casi el 30% la ve incluso peor que en octubre de 2014, aunque un 7% aprecia mejoras. Con la vista puesta dentro de doce meses, los que confían en que mejore (20,4%) superan a los que pronostican que irá a peor (16,9%).

Además, la encuesta refleja un aumento de la inquietud por los nacionalismos que alcanza su cota más alta de los últimos tiempos. No obstante, este tema sólo figura citado como un problema en el 4,2% de los cuestionarios, frente al 2,3% del mes anterior. Se da la circunstancia de que el trabajo de campo se hizo en plena resaca de las elecciones catalanas del pasado 27 de septiembre, que dieron la victoria a los independentistas de Junts pel Sí.

Siguiendo con la lista de problemas, en el quinto puesto sigue anclada la sanidad (10,6%), seguida de los problemas sociales (10,1%) y la educación (8,7%).

Inmigración y refugiados

En el octavo lugar repite la inmigración pero se deja 1,2 puntos respecto a septiembre cuando experimentó un importante repunte a raíz del estallido de la crisis de los refugiados sirios. Entonces llegó al 7,7% y ahora ha descendido al 6,5%. Eso sí, en octubre han aparecido menciones expresas al problema de los refugiados en el 0,6% de las entrevistas.

La relación de problemas que afectan personalmente a los entrevistados también tiene al paro en la cúspide (43,1%), los de índole económica repiten en segundo lugar (23,7%) y la corrupción en el tercero (11,6%). El cuarto es para la sanidad (9,7%), el quinto para la educación (8,4%) y el sexto para los políticos (7,9%).

Cuando se pregunta por la situación laboral y las perspectivas de futuro personales en este ámbito, el 77,5% de los encuestados que tienen empleo confiesan que no temen perderlo (tres décimas más en septiembre), frente a un 13,9% que sí contempla esa posibilidad (seis décimas menos que un mes antes).

Entre los que no tienen trabajo, cae más de un punto (hasta el 34,6%) el porcentaje de los que tienen esperanzas de colocarse en los próximos doce meses, mientras crecen tres puntos y rozan el 56% los que consideran que es "poco o nada probable" que puedan volver a trabajar en ese periodo.