Anna Ferrer, viuda de Vicente Ferrer: "Antes, las mujeres no salían de sus casas y ahora encabezan manifestaciones"

Dentro de su apuesta por el papel de la mujer, la presidenta de la Fundación Vicente Ferrer (FVF), que celebra este año su 20 aniversario, ha subrayado que con sus iniciativas, FVF ha impulsado más de 8.999 asociaciones de mujeres, en las que participan 110.000 mujeres, a los que denominan sangham, grupos de ayuda mutua liderados por una de ellas que sirve para visibilizar su papel en la comunidad.

La Fundación ha logrado, además, impulsar la escolarización del 80% en secundaria, especialmente en las niñas. Junto con ello, Ferrer señala que la organización ha impulsado la escolarización de personas con discapacidad en centros con profesorado que apoya su desarrollo intelectual y motor, y que antes la sociedad consideraba "improductivas".

"Vicente Ferrer siempre nos decía que cuando nos topamos con un problema, en el 95% de los casos existe una solución. Desde nuestra experiencia, cada vez que hemos pasado por grandes dificultades, siempre hemos salido reforzados como organización", recuerda.

Así, explica que la colaboración de la fundación en la zona de Anantapur en la India ha permitido que la población de la zona esté dos generaciones por delante de otras regiones en su lucha contra la pobreza.

INICIATIVAS CONTRA LA POBREZA

Dentro de las iniciativas de la fundación, Ferrer ha destacado la implicación de la población local en sus proyectos. Así, señala el papel de las asociaciones o sanghams promovidos por la Fundación, colectivos marginados como las mujeres o las personas con discapacidad que han conseguido aumentar su autoestima y fuerza, no solo a nivel individual, sino también colectivo.

"Hemos impartido talleres de concienciación en miles de pueblos, a campesinos, a mujeres, a adolescentes en todos los temas imaginables y estos han ayudado al empoderamiento de la población", ha explicado.

Además, Ferrer ha recalcado el papel de la educación, que considera la "base del desarrollo". Así, explica que han tratado todo lo posible de promover la educación universal y que, gracias a ello, los jóvenes tienen una mentalidad y valores muy diferentes a la de sus padres respecto a temas de género, educación y discriminación, entre otros.

Por último, ha resaltado el cambio del paisaje en Anantapur que, como ella misma señala, hace años era "casi un desierto" y ahora tiene muchos más árboles, zonas verdes y cultivos.

OBJETIVOS DE DESARROLLO SOSTENIBLE

Para la viuda de Vicente Ferrer, los Objetivos de Desarrollo Sostenible han ayudado a marcar una trayectoria que ha servido para avanzar en el camino aunque no se ha conseguido la meta.

"Creo que debemos esforzarnos para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible, más pronto que tarde. La gente no puede esperar más para una educación y asistencia sanitaria de calidad, para el acceso a agua potable y saneamiento, para un trabajo decente. Es el deber de cada uno de nosotros, donde sea que estemos en el mundo, de contribuir a alcanzarlos", ha subrayado.

UN BUEN HOMBRE, NO UN SANTO

En cuanto al papel del fundador de la organización, Vicente Ferrer y su posible canonización, como sucedió con La Madre Teresa de Calcuta, su mujer considera que para todo el mundo que lo conoció fue un "buen hombre" y, para ella, "el mejor hombre del mundo". Aun así, ha resaltado que no tenía ningún interés en ser santo y ella tampoco.

Para erradicar la pobreza extrema, Anna Ferrer ha explicado que todavía queda mucho camino por recorrer en la lucha "más compleja e inspiradora que existe". "Nuestros socios son, además de generosos, creativos. Cualquier iniciativa que invite a la movilización solidaria es, no solo un acto lúdico, sino un ejercicio de responsabilidad.", señala.