Un neoyorquino es agredido al grito de "!Esto es porque eres igual que Shia LaBeouf!"

Siempre se ha visto el parecerse a un famoso como una bendición que incluso puede llevarte a ganarte la vida. Y es que ser el 'doble' de celebritis parecía que tenía muchos beneficios y ningún inconveniente hasta ahora, cuando se ha conocido la noticia de la agresión a Mario Licato. Este director de arte neoyorquino sufrió una agresión de un desconocido por el único motivo de darse un aire al actor Shia LaBeouf.

"!Esto es porque eres igual que Shia LaBeouf¡" fue la frase que escucho este joven de 26 años mientras recibía varios puñetazos en la cara cuando estaba a punto de subir al metro. Ha sido el propio Licato quien ha decididó compartir la trágica experiencia en sus redes sociales, publicando una instantánea en la que sale con un ojo morado y varios puntos de sutura.

La víctima, que se lo ha tomado con gran sentido del humor, ha agradecido al agresor que "le haya subido la autoestima" al golpearle por parecerse al actor, ya que "él está de muy buen ver". A pesar de la forma tan benevolente con la que ha aceptado Livato su ataque, el incidente está siendo investigado por la Policía,aunque hasta la fecha todavía no ha habido ninguna detención.

Labeouf llamó a su 'doble' para pedirle disculpas e invitarle a sopa

La noticia corrió como la pólvora entre los medios norteamericanos y tras cuatro días copando las secciones de sucesos, Shia LaBeouf decidió llamar a su 'doble' neoyorquino. Según relata el propio Licato en una entrevista en el Cosmopolitan, el actor le llamó a su oficina y dejó un mensaje de voz, pero al ver que no recibía una contestación le escribió a Instagram: "Oye, te he dejado un mensaje de voz".

Corriendo volvió a su puesto de trabajo y no podía creer lo que había en su constestador. Durante dos minutos, el artista, conocido por sus famosas performances le pedía perdón: "Esto es una mierda. Cuando lo siento", y le reconocía que no era la primera vez que le ocurría: "Esto me ha pasado antes".

Sin embargo, el mensaje no sólo contenía unas disculpas, sino también un deseo: "Me gustaría estar en Nueva York e invitarte a una sopa". Una proposición sincera para quedar y charlar que se demostró dándole su teléfono móvil personal. Ante tanto esfuerzo desplegado por contactar con él, Licato no ha dudado en devolverle la llamado, un momento que también lo ha querido compartir en la red.