Ya son ocho los muertos por la explosión en una zona comercial de Lahore

La explosión ha sacudido el Bloque Y, una zona fortificada donde hay multitud de tiendas. Las autoridades han situado el origen en un centro comercial en obras donde había varios trabajadores en el momento del suceso.

Aunque en un principio los investigadores han atribuido la explosión a un generador o a una fuga de gas causada por las obras, finalmente han indicado que se trata de una bomba con una gran carga explosiva activada con un temporizador.

El ministro de Justicia de Punyab, Rana Sanaullah, sin embargo, ha insistido en que es pronto para determinar la naturaleza de la explosión. "Puede que hubiera algún agente químico que la provocara porque el edificio estaba en construcción o que sea un ataque terrorista", ha dicho.

Los equipos de emergencias han advertido, en declaraciones recogidas por el diario paquistaní 'Dawn', de que el balance de víctimas podría aumentar porque una de las plantas del centro comercial se ha desplomado y se cree que hay gente enterrada bajo los escombros.

Poco después de este supuesto atentado se ha registrado una segunda explosión en un mercado del barrio de Gulberg, en el este de Lahore, pero el ministro de Justicia lo ha desmentido.

Punyab es escenario de una ola de violencia desatada por la insurgencia islamista que ha dejado más de cien muertos en la última semana. El Gobierno paquistaní ha tenido que movilizar a los Rangers, una fuerza paramilitar, para contenerla.

MÁS DE 100 MUERTOS EN UNA SEMANA

El atentado de este jueves completa una semana especialmente sangrienta en Pakistán, donde los distintos ataques, incluido el cometido por Estado Islámico hace justo una semana contra un templo sufí, han dejado más de 100 muertos.

El 13 de febrero, al menos 13 personas murieron y otras 85 resultaron heridas en un atentado suicida en Lahore reivindicado por Jamaat-ur-Ahrar. El pasado martes, en esta ciudad, siete personas fallecieron y decenas sufieron lesiones por un ataque suicida contra un tribunal de la localidad paquistaní de Charsadda.

El 15 de febrero, cinco personas murieron en otro atentado suicida frente a una oficina gubernamental en la agencia Mohmand también obra de este grupo terrorista. Además, ese mismo día otra persona murió en otro atentado suicida contra un vehículo en el que viajaban jueces en Peshawar.

El más letal de todos fue el perpetrado el 16 de febrero por un terrorista suicida del grupo yihadista Estado Islámico que entró en un templo sufí del sur de Pakistán cubierto con un burka. Más de 80 personas perdieron la vida.