Colgados a varios metros de altura. Así acabaron alrededor de una veintena de personas que montaban en una montaña rusa australiana. Por suerte, la mayoría de ellos pudieron descender por las escaleras de seguridad. Sólo cuatro tuvieron que ser trasladados por los bomberos en una grúa. Al parecer todo se debió a un fallo técnico en una cadena. Nadie resultó herido.