El ministro brasileño de Deporte sugiere que la culpa del atraco a Lochte fue del propio nadador

"La seguridad de los Juegos es absolutamente eficiente", ha indicado el ministro, según declaraciones recogidas por el diario 'Estadao'. "Ninguna delegación ha tenido problemas", ha insistido.

No obstante, Picciani ha señalado que no se pueden controlar los hechos que tienen lugar "fuera de los locales de competición" y "fuera del momento apropiado", en referencia al momento en el que Lochte sufrió el atraco: en un taxi a la vuelta de una fiesta de celebración del fin del torneo de natación a altas horas de la madrugada.

"Ciertamente", ha continuado el ministro, "ningún atleta ha tenido problemas dentro de su alojamiento, durante los entrenamientos ni tampoco en la villa de los atletas".

Si bien el Comité Olímpico Internacional desmintió rotundamente el suceso a pesar de que la madre del nadador informó en un primer momento del incidente a Fox Sports, el propio nadador confirmó esta información a la cadena NBC. "Nos hicieron parar y llegaron estos tipos con una placa de Policía. Sacaron sus armas y nos dijeron que nos tiráramos al suelo. Yo me negué, y entonces un tío amartilló su pistola y me apuntó a la frente", declaró Lochte.

"Entonces pensé 'pues vale', y me tumbé en el suelo. Nos quitaron nuestro dinero y mi cartera, pero me dejaron el móvil y las credenciales", añadió.

El portavoz del Comité Olímpico estadounidense, Patrick Sandusky, corroboró el suceso en un comunicado oficial en el que precisó que junto a Lochte también resultaron afectados los nadadores Gunnar Bentz, Jack Conger, Jimmy Feigen.