El fantasma de la islamofobia recorre Europa

Les han gaseado, perseguido y levantado un muro en sus fronteras. En Hungría la islamofobia forma parte del discurso oficial. El primer ministro Viktor Orban habla de invasion de musulmanes. En octubre someterá a referendum las cuotas de acogida a refugiados impuestas por Bruselas. Por si faltaba algo, un eurodiputado de su partido ha llegado a proponer colgar cabezas de cerdo -el animal prohibido en el Islam- en la frontera para evitar más llegadas. Gritos contra las mezquitas en Polonia, manifestaciones contra el islam en la calle. Agitar el avispero xenófobo le dió muy buenos resultados al ultra Nigel farage, quien utilizó un cartel para la campaña del Brexit donde aparecían tras él una fila de refugiados esperando entrar en Europa. Ninguna mezquita más en Alemania, se lee en una pancarta. En Francia, el veto al burkini se extiende por sus playas alegando motivos de higiene y seguridad. Tras todo esto, una cosa en común, el fantasma de la islamofobia.