El hombre más obeso del mundo ha recibido el alta tras una operación vital. El mexicano Juan Pedro Franco ha tenido que bajar de los 600 a los 420 kilos para poder someterse a una reducción de estómago, una complicada cirugía con la que le ayudan a modificar la digestión de los alimentos. Los médicos están pendientes ahora de su delicada recuperación porque aún está expuesto a enfermedades como infartos o embolias. De momento, Juan Pedro debe seguir una dieta muy estrica. La manzana es el único alimento sólido que puede tomar durante una larga temporada. En seis meses pasará de nuevo por el quirófano.