Cómo quitar un millón de chicles de una pared en Seatle

Agua a presión, pero mucha agua y mucha presión porque eso que ven en la fachada de un edificio en Seatle son chicles. Miles de chicles, hasta un millón de pequeñas gomas de mascar pegadas a la pared. Lo que empezó siendo un gesto de ser incívico, se convirtió en esta ciudad de Estados Unidos en otra cosa. La cuestión es definir qué. "A mí me gusta esta decoración. Podría venir más gente y buscaríamos más paredes", dice esta mujer. Porque si hay un millón de chicles significa que en 20 años han venido hasta aquí un millón de personas con el mismo fin. Se han sacado el chicle de la boca, lo han pegado incluso haciendo formas y han pedido un deseo. Y así, uno a uno, no hay espacio en esta pared ahora multicolor y difícil de saber de qué color era.