La información sobre la investigación del atentado no viene del Reino Unido, es Estados Unidos quien la está filtrando. Y eso ha enfadado tanto a los británicos que la Policía de Manchester ha decidido dejar de compartir información antiterrorista con su histórico aliado. Un hecho insólito. La primera ministra británica deja claro a Trump que la información de inteligencia compartida debe permanecer segura.