Montana y Carolina del Norte, únicas alegrías demócratas tras la jornada electoral

El gobernador del estado de Montana, Steve Bullock, se ha impuesto a su rival republicano, Greg Gianforte, con un 49 por ciento de los votos, mientras que Gianforte ha logrado un 47 por ciento y el candidato del Partido Libertario, Ted Dunlap, ha obtenido un 3 por ciento, según datos provisionales.

Bullock ya ganó las elecciones de 2012 con un margen muy estrecho del 48,9 frente al 47,3 de Rick Hill, una diferencia de solo 7.571 votos, y ahora de nuevo los medios estadounidenses dan ya esta diferencia como definitiva.

En Carolina del Norte ha sido el demócrata Roy Cooper el que ha dado la campanada y se ha impuesto por solo 4.500 votos --según datos no oficiales-- al gobernador republicano, Pat McRrory, que no ha conseguido la reelección pese a tener las encuestas ligeramente a su favor.

"Hemos ganado", ha asegurado Cooper desde Raleigh, aunque los republicanos prefieren esperar al voto por correo: "estas elecciones no han acabado", según el presidente del Partido Republicano en el estado, Robin Hayes.

También se elegía al gobernador en el estado de Delaware, donde el demócrata John Carney se ha impuesto con claridad, según lo previsto, al republicano Colin Bonini (58-39 por ciento). Igualmente estaba en las quinielas la victoria de la gobernadora demócrata de Oregón, Kate Brown, que ha ganado al republicano Bud Pierce.

Más ajustada ha sido la votación en Indiana, donde el republicano Eric Holcomb ha derrotado al demócrata John Gregg (51-45 por ciento), según resultados oficiales provisionales, aunque también se da la victoria de Holcomb como segura. El libertario Rex Bell se ha quedado en el 3 por ciento.

Holcomb sucederá así a Mike Pence, vicepresidente electo de Estados Unidos. Holcomb era el 'número dos' de Pence y éste era el candidato a la reelección hasta que aceptó la oferta de Trump para ser su compañero de fórmula, lo que puso en cuestión la capacidad de Holcomb para armar una campaña eficaz en un plazo de 100 días.

En Washington, el demócrata Jay Inslee ha logrado la reelección al frente de este estado situado en la costa del Pacífico tras derrotar al republicano Bill Bryant (56-44 por ciento). Y en Virginia Occidental el multimillonario demócrata Jim Justice ha cumplido los pronósticos y se ha impuesto al republicano Bill Cole (49-42 por ciento).

UN EXSEAL, GOBERNADOR DE MISURI

En Misuri, el candidato republicano, Eric Greitens, ha arrebatado el gobierno al demócrata Jay Nixon tras imponerse a su rival, Chris Koster, actual fiscal general del estado. Greitens, un exmiembro del grupo de operaciones especiales SEAL de la Marina, está considerado también un "disidente conservador".

Las encuestas apuntaban a un empate técnico entre los dos principales candidatos, pero finalmente Greitens se ha impuesto con el 51 por ciento de los votos al 45 por ciento de Koster, según resultados oficiales y definitivos.

También en New Hampshire los republicanos han dado un vuelco con la victoria de Chris Sununu, que contra todo pronóstico ha derrotado al demócrata Colin Van Ostern (49-47 por ciento). Sununu, de 42 años, se convierte así en el gobernador más joven de Estados Unidos y recupera el estado tras años de dominio demócrata: la anterior victoria republicana fue la de Craig Benson, en 2002. El padre de Sununu, John Sununu, ya fue gobernador del estado den la década de 1980.

En Dakota del Norte, el republicano Doug Burgum ha cumplido con los pronósticos y ha vencido al demócrata Marvin Nelson. Burgum es conocido como el 'padrino del software' por su impulso de la industria informática y sus negocios con Microsoft. Dakota del Norte lleva desde 1992 sin un gobernador demócrata.

En lo que respecta a Utah, también se han cumplido los pronósticos y ha ganado el gobernador republicano Gary Herbert (67 por ciento), muy por encima del demócrata Mike Weinholtz (30 por ciento).

En Vermont los republicanos también han tenido una jornada apacible con la elección de Phil Scott como gobernador. Scott arrebata según lo previsto el gobierno estatal a los demócrtas y cumple así con el turnismo instaurado hace décadas por el que este estado cambia de color cada vez que se elige a un nuevo gobernador.