Mogherini pide usar los grupos de combate de la UE como misiones "puente" hasta la llegada de una fuerza de la ONU

Los grupos de combate tácticos son grupos de respuesta rápida multinacionales de unos 1.500 efectivos de distintos componentes -terrestre, apoyo aéreo, logístico, médico, combate--, rápidamente desplegables para poder llevar a cabo misiones de gestión de crisis autónomas de la UE o para apoyar la fase inicial de operaciones mayores, normalmente bajo mandato de la ONU.

Los gobiernos los acordaron crear en 2004 pero nunca han sido utilizados, entre otros por la falta de financiación común para desplegarlos, aunque los jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea acordaron en la cumbre de diciembre de 2013 flexibilizar su uso, por ejemplo promoviendo su uso por componentes y también reclamaron revisar el mecanismo de financiación de las operaciones europeas.

España fue uno de los países, junto con otros como Suecia, que defendió utilizar los grupos de combate tácticos en República Centroafricana, algo que rechazaron Reino Unido y Grecia, que asumían entonces su liderazgo.

"Ya es hora de utilizarlos", ha defendido la jefa de la diplomacia europea durante un debate con los diputados nacionales en la Comisión de Asuntos Exteriores de la Eurocámara para discutir la puesta en marcha de la nueva estrategia global de la UE de Política Exterior y Seguridad, especialmente su pilar de seguridad y defensa.

Mogherini ha reclamado "voluntad política" a los Estados miembro para avanzar de forma "real" en la cooperación en seguridad y defensa tras recordar que una de las primeras preocupaciones de los ciudadanos europeos es su seguridad en la actualidad y ha defendido que la utilización de los grupos de combate "como puente por ejemplo para una operación de mantenimiento de la paz de la ONU, que lleva bastante tiempo" concretarse sería una forma "muy relevante" de reforzar el papel de la UE como "proveedor de seguridad" a nivel regional y mundial.

La jefa de la diplomacia europea ha confiado en que los estados miembro acuerden en noviembre y sobre todo la cumbre de diciembre "un nuevo nivel de ambición" y ha defendido que la Unión debe contribuir a consolidar la resiliencia de los países "frágiles" del este, sur y África, responder a conflictos y crisis y contribuir a proteger a sus ciudadanos, no a través de "la defensa colectiva" sino en áreas como el refuerzo de la protección de las fronteras externas, dejando claro que no se trata de crear un Ejército europeo o un cuartel general militar a semejanza del de la OTAN, conocido como SHAPE.

Así, ha reiterado la necesidad de evitar "duplicaciones o la competición" con la OTAN y ha defendido que el desarrollo de las capacidades militares de los países europeos también contribuirá a reforzar a la Alianza Atlántica, insistiendo en que no hay contradicción en utilizar las mismas fueras para una operación aliada, de la UE o la ONU y ha avanzado que la Comisión presentará este mes propuestas para "incentivar" la cooperación entre los países para desarrollar las capacidades necesarias, dado que se necesitan crear "economías de escala" tras años de presión presupuestaria por la crisis.

Mogherini también ha admitido la necesidad de que la UE cuente con diferentes opciones de financiación de sus operaciones y la Política de Defensa y Seguridad Común y ha avanzado que tiene intención de presentar "algunas opciones" de cara a utilizar instrumentos en el Tratado de Lisboa nunca utilizados todavía como la cooperación estructurada permanente que permitiría a un grupo de países avanzar en su integración en defensa o el artículo 44 que permitiría a un grupo de países llevar a cabo una operación.