Médicos del Mundo llama la atención sobre el aumento de los menores no acompañados que llegan a Italia

En un comunicado, la ONG ha subrayado que Italia se ha convertido en el país con mayor número de llegadas de inmigrantes y refugiados en 2016, con más de 180.000, y ha expresado su preocupación por el hecho de que un 19 por ciento de ellos, unos 25.000, fueron menores no acompañados, el doble que en 2015.

Según ha explicado, se trata sobre todo de adolescentes africanos de entre 14 y 18 años, un ránking que encabezan quienes salen de Gambia, uno de los países con menos habitantes del continente y al mismo tiempo, uno de los cinco mayores emisores de emigrantes.

Del total de menores de 18 años que arribaron a Italia en 2016, el 91 por ciento llegaron sin la compañía de ningún adulto, ha subrayado Médicos del Mundo, que trabaja en la región de Reggio Calabria, en el sur del país, ofreciendo atención psicosocial y sanitaria, además de servicio de intérpretes y un servicio de mediación para fomentar actitudes de acercamiento cultural, así como prestando información sobre el derecho a la protección internacional a través de un equipo de trabajadores sociales.

En opinión de esta organización, "las decisiones políticas en el tablero europeo tienen un gran impacto en la situación que se está registrando en Italia", entre ellas el cierre de fronteras.

En este sentido, ha reclamado a los estados miembros de la UE y sus instituciones el que se garanticen "unas condiciones de acogida adecuadas conforme a los estándares de la intervención humanitaria" y una "protección jurídica satisfactoria a quienes presentan una situación de mayor vulnerabilidad, especialmente para las mujeres y menores de edad, que representan ya la mayoría de quienes llegan a Europa huyendo de sus países".

Asimismo, Médicos del Mundo defiende la necesidad de "habilitar vías seguras de acceso a Europa para las personas que huyen de conflictos y violaciones de derechos humanos" y que se asegure el "acceso a los sistemas de atención sanitaria nacionales, basados en la solidaridad, la igualdad, y la equidad" a estas personas.

Por último, considera que "los Estados miembros de la UE deben permitir a las personas solicitantes de asilo que estas ejerzan su derecho en el país de su elección".