HRW recuerda que los corredores humanitarios en Alepo no eximen a Rusia y Siria de evitar bajas civiles

"Siria y Rusia deberían habilitar rutas de salida seguras pero esto no puede usarse para asumir que no quedan civiles en la ciudad o justificar ataques contra aquellos que permanecen", ha asegurado el responsable de HRW en Oriente Próximo, Nadim Houry. "Es posible que muchos no puedan o teman huir", ha añadido.

El Ejército sirio logró este miércoles hacerse con el control de todas las carreteras que salen de Alepo, completando así el cerco a la ciudad. Tras ello, el ministro de Defensa ruso, Sergei Shoigu, aseguró que se abrirán tres corredores humanitarios para que los civiles puedan salir de la ciudad. El Ejército ha dejado caer sobre la ciudad múltiples panfletos sobre dónde se localizarán los corredores.

Naciones Unidas estima que actualmente hay entre 250.000 y 275.000 civiles en Alepo y la mayoría de ellos depende de la ayuda humanitaria que entraba en la ciudad a través de la carretera Costello, la cual ha sido cerrada recientemente.

El gobernador de Alepo, nombrado por el Estado, ha declarado que los corredores humanitarios ya han sido abiertos y que las autoridades están facilitando la salida a aquellos que quieren abandonar la ciudad, pero varios testigos locales han asegurado que esto aún no ha ocurrido y que el sitio de la ciudad se ha intensificado.

HRW ha recordado a los gobiernos que participan en la contienda que tienen la obligación de evacuar a la población civil además de "distinguir en todo momento entre combatientes y civiles". Además, ha indicado que usar el hambre como arma de guerra está prohibido según el Derecho Internacional.

"Los gestos humanitarios de Rusia y Siria serían más creíbles si paran sus incesantes e indiscriminados ataques sobre la zona este de Alepo para que los civiles puedan salir de la ciudad", ha añadido Nadim Houri.