Francia dice que el plan de refugiados debe ser "permanente y obligatorio" para los 28

"Deben ser los Veintiocho quienes, juntos, asuman esa responsabilidad, porque el derecho al asilo es un compromiso de los Veintiocho y no se puede dejar a un solo país, Alemania, afrontar esto solo", ha declarado a la prensa en Bruselas, a su llegada a una reunión de ministros de Asuntos Generales.

El carácter "obligatorio" de los distintos programas en los que trabaja la UE para dar acogida a los inmigrantes con derecho a protección internacional es uno de los principales obstáculos para el acuerdo entre los 28, que se mantienen divididos aún, según varias fuentes consultadas.

A lo largo del lunes se celebran varias reuniones a distinto nivel de los países de la Unión Europea para tratar de allanar el camino hacia un acuerdo que permita crear el mecanismo obligatorio para la acogida de demandantes de asilo que pide la Comisión Europea y también aumentar de 40.000 a 160.000 plazas el compromiso de los Estados miembros para reubicar con urgencia a refugiados.

Los ministros de Interior de la UE abordarán estas dos cuestiones a lo largo de la tarde, en una reunión convocada con carácter extraordinario para ratificar la base legal que permitirá iniciar la acogida de los primeros demandantes de asilo llegados inicialmente a Italia y Grecia.

Así las cosas, Désir ha insistido en que la solución debe ser "un plan global y coherente" en el que estén comprometidos el conjunto de los Estados miembros, al tiempo que ha explicado que esta es la posición que defienden conjuntamente en las negociaciones París y Berlín.

Por ello, ha apuntado que las claves para lograr un acuerdo satisfactorio son tanto la puesta en marcha de centros para la identificación de los inmigrantes que llegan a Italia y Grecia y agilizar el sistema para su reubicación. "No es posible que dos o tres Estados miembros acojan cerca del 80 % (de estas personas)", se ha quejado.

También se ha referido a la necesidad de tomar medidas concretas para que los inmigrantes económicos que llegan de manera irregular a la UE sean "devueltos de manera digna" a sus países de origen, en donde, ha dicho, debe haber programas de ayuda para su desarrollo.