Los ataques, concretamente 25, han alcanzado zonas residenciales de la ciudad y en ellos se ha empleado fósforo blanco, prohibido por las convenciones internacionales.
Al menos una docena de estos ataques han impactado contra una cafetería con acceso a Internet en el barrio de Jazra, cerca del Éufrates, precisamente el mismo cuya liberación han anunciado los rebeldes de las Fuerzas Democráticas Sirias.