AI asegura que la 'guerra contra las drogas' de Duterte es realmente una guerra contra los pobres

"Esto no es una guerra contra las drogas, sino contra los pobres. A menudo con pruebas muy débiles, los acusados de estar utilizando o vendiendo drogas son asesinados por dinero", ha denunciado la directora de respuesta de crisis de AI, Tirana Hassan.

En su último informe, bajo el título "Si eres pobre serás asesinado: ejecuciones extrajudiciales en la 'guerra de las drogas' de Filipinas", el organismo detalla cómo la Policía ha estado atacando principalmente a personas con pocos recursos de todo el país colocándoles "pruebas", o bien reclutando a mercenarios, robando a los ejecutados e inventando informes oficiales sobre estos incidentes.

"Durante el Gobierno de Duterte, la Policía Nacional está infringiendo su propia ley mientras se benefician de los asesinatos de gente pobre, gente a la que el Gobierno debería estar estimulando", ha denunciado Hassan.

La directora de crisis de la organización ha criticado que "las mismas calles que Duterte se comprometió a limpiar del crimen están ahora llenas de cuerpos de personas asesinadas de forma ilegal por su propia Policía".

AI ha señalado que desde que Duterte inició su campaña contra el narcotráfico --promesa estrella de su campaña electoral-- se han llevado a cabo unas 7.000 ejecuciones relacionadas con este delito, de las cuales la Policía es "responsable directa" de unas 2.500.

La investigación de la ONG recoge y detalla 33 casos, en los que se incluyen los asesinatos de 59 personas, gracias a entrevistas realizadas a más de un centenar de personas de todo el país.

AI ha insistido en la ilegalidad de las ejecuciones extrajudiciales, más aún cuando están llevadas a cabo de forma deliberada por agentes oficiales, por orden del Gobierno o con su connivencia o complicidad.

La Policía de Filipinas anunció este lunes la suspensión de esta 'guerra contra las drogas' para llevar a cabo operaciones contra agentes responsables de abusos, tras la muerte de un empresario surcoreano a manos de varios policías.