Solo la mitad de los enfermos con cáncer avanzado, unos 50.000, reciben tratamiento paliativos en España. Solo en cuatro comunidades, La Rioja, Ceuta y Melilla, Cataluña, cuentan cumplen lo establecido con una unidad por cada 80.000 habitantes. Los peor atendidos, los pacientes terminales de Canarias, Valencia y Andalucía.