El atentado en La Rambla, contado por sus protagonistas
Centro de Barcelona, cinco de la tarde. Una furgoneta blanca llega por Carrer de Pelai y se sube al carril dentral de La Rambla. Baja a gran velocidad en dirección al mar, lo hace en zig zag y recorre al menos 350 metros. Testigos presenciales relatan cómo el vehículo arrolla a decenas de personas.
En las imágenes de las cámaras de seguridad vemos cómo la gente de pronto echa a correr, se les ve cómo se apartan y la furgoneta pasa rápidamente.
Justo ahí hay un coche de la guardia urbana pero no puede perseguirle porque todo sucede muy rápido y la calle está llena de gente. La policía no duda de que se trata de un atentado y alerta de que hay heridos.
Tras el atropello , deliverado y masivo, la furgoneta se estrella contra un kiosko junto al mosaico de Joan Miró. Huye a pie a pocos metros del Liceo y se le pierde la pista.
La gente huye desorientada en medio de un inmenso caos. La policía les pide que se pongan a salvo.
Mientras tanto algunos supervivientes y los servicios de emergencias comienzan a atender a decenas de personas malheridas.
Llega mucha información confusa que después se descarta. El sospechoso ni está atrincherado con rehenes, ni tampoco va armado.
Y pasado el caos inicial, encontramos a la policía buscándole en el Mercado de la Boqueria. El conductor, se ha fugado.