El Senado gastó en viajes el año pasado medio millón de euros menos que en 2015, por la menor actividad política

Así figura en los datos que acaba de hacer públicos la Cámara con varios meses de retraso, ya que hasta hace unos días sólo ofrecía información del primer trimestre de 2016. Fuentes de la institución explicaron a Europa Press que las agencias de viajes que tramitan los billetes no habían facilitado a la Cámara todos los datos, que han sido publicados en cuanto han llegado.

En total, los 266 senadores gastaron el año pasado 1.645.976 euros, una media de 515 euros al mes por cabeza, aunque el coste de los viajes varió considerablemente de unos trimestres a otros: si en el último del año, de plena actividad parlamentaria, el gasto fue de 540.000 euros, de abril a junio, en vísperas de las segundas elecciones generales, se redujo a 255.000.

EL 87,8%, DE CASA A MADRID Y VUELTA

El grueso del gasto se produjo, como en años anteriores, en los viajes que los senadores realizan entre su circunscripción y Madrid: el 87,8 por ciento del total (1,44 millones) se invirtió en billetes de medios de transporte colectivo, sea avión, tren, autobús o barco, así como la gasolina de quien usó un coche (0,25 euros por kilómetro) y el coste de los peajes.

Además, el Senado pagó 194.500 euros en lo que se denomina actividad política, los desplazamientos por trabajo a otros sitios distintos de la provincia de cada uno. Un tercer apartado de gasto es el dedicado a los viajes oficiales, que en todo 2016 sólo supusieron 3.024 euros.

En 2015, los senadores gastaron en total 2,17 millones de euros, a una media de casi 700 euros al mes, un ejercicio de plena actividad política hasta que a finales de octubre se disolvieron las Cortes por las elecciones generales de diciembre.

El Senado ofrece esta información desde el año 2014, como una de las medidas para aplicar la Ley de Transparencia y a raíz de la polémica por el pago de viajes a Canarias del 'popular' José Antonio Monago cuando era senador por Extremadura.

La Cámara financia los traslados entre la circunscripción de cada parlamentario y Madrid, pero también paga algunos viajes para actividades políticas. Todos ellos tienen que estar autorizados por los portavoces de los grupos parlamentarios. Pero sólo se hacen públicas las cifras totales, sin el detalle de cuánto gastó cada partido, cada senador y en viajes a qué destinos.