Los Reyes presiden la primera Pascua Militar del Gobierno de Rajoy

Los Reyes, don Juan Carlos y doña Sofía, acompañados por los Príncipes de Asturias, don Felipe y doña Letizia, presidirán este viernes la tradicional Pascua Militar en el Palacio Real, a la que asistirá el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y los ministros de Defensa, Pedro Morenés, e Interior, Jorge Fernández Díaz.

Además, según han indicado fuentes de Zarzuela, a la celebración acudirán unos 250 invitados, entre distintas autoridades y miembros de las Fuerzas Armadas. Entre ellos, estará la cúpula militar, con el recién nombrado Jefe del Estado Mayor de la Defensa (JEMAD), almirante Fernando García Sánchez, al frente.

La designación del JEMAD ha sido el único nombramiento de Morenés, que hasta ahora no ha designado al nuevo secretario de Estado de Defensa que sustituirá a Constantino Méndez, cesado el pasado sábado. También tiene que nombrar subsecretario, secretario general de Política de Defensa y director de Gabinete.

La ceremonia

Los actos arrancarán a las 12.00 horas en la Plaza de la Armería del Palacio Real, con los honores que rendirán al jefe del Estado varias compañías en representación de los Ejércitos de Tierra y de Aire y de la Armada.

Tras los honores, don Juan Carlos pasará revista a la fuerza y se trasladará, acompañado por la Reina y los Príncipes, hasta el Salón Gasparini del Palacio Real, donde saludará a las diferentes autoridades políticas y militares que asistan a los actos.

Posteriormente, el Rey, en su condición de jefe del Estado y capitán general de los Ejércitos de la Armada, impondrá condecoraciones a varios militares. Tras la imposición, llegará el turno de los discursos en el Salón del Trono con la intervención del ministro de Defensa y del Rey.

Por último, la Familia Real celebrará la tradicional recepción a las autoridades asistentes, a la que, como viene ocurriendo desde 2009, no podrá acceder la prensa acreditada al acto institucional.

Primer discurso de Morenés

Esta ceremonia castrense, instituida por Carlos III como muestra a los Ejércitos, suele servir al Rey y al titular de Defensa para hacer balance del año anterior y marcar retos futuros. Este año, dada su proximidad con las pasadas elecciones generales, servirá para que el nuevo ministro de Defensa haga un análisis de la situación actual y exponga las primeras líneas de su gestión.

Éste será el primer discurso oficial de Morenés, que tomó posesión de este cargo, junto al resto de ministros del Gabinete, el pasado 22 de dicembre. Ese día expresó su voluntad de trabajar para que la Defensa y "fundamentalmente las Fuerzas Armadas" puedan tener "el prestigio, el cariño, los medios y el agradecimiento de toda la sociedad española".

También aseguró ser consciente de las "dificultades" que atraviesa su Departamento, que, entre sus mayores problemas tiene una deuda de más de 27.000 millones de euros que debe abonar por programas especiales de armamento hasta 2025.

La difícil situación económica ya estuvo muy presente en la celebración de la Pascua Militar de 2010, cuando el Rey elogió la contribución de las Fuerzas Armadas al "esfuerzo de austeridad" derivado de la crisis, que exige "priorizar las capacidades militares a alcanzar".

Don Juan Carlos destacó la necesidad de "mejora consciente de la operatividad" de las unidades, pero también alertó de que debía hacerse "sin merma del adecuado mantenimiento de los sistemas de armas, ni de la seguridad" de las tropas, "especialmente de aquellas que desarrollan misiones internacionales".

La entonces ministra de Defensa, Carme Chacón, también se refirió a la "austeridad" que imperaba en las cuentas públicas e igualmente insistió en que "la defensa de España debe estar por encima de cualquier coyuntura económica". Por eso, dijo, el Gobierno quería ser "muy escrupuloso" para que las restricciones en el gasto no supusieran "una merma en la operatividad, en la seguridad o en la eficacia de los Ejércitos".

La Pascua Militar de 2011 también tuvo en una circunstancia especial por una razón distinta: la celebración se produjo en medio del 'estado de alarma' decretado semanas antes por el caos provocado tras la huelga encubierta de controladores aéreos, que otorgó el mando del control del tráfico al Ejército del Aire.