Rafael Hernando estrena su portavocía cargando contra el PSOE y Podemos

Hernando, abogado de 53 años, es un veterano diputado del PP que lleva en la Cámara desde 1993 tras haber sido presidente de Nuevas Generaciones, diputado autonómico y senador. En estos más de 20 años ha formado parte de la dirección del Grupo Popular del Congreso en cuatro ocasiones, la última vez esta legislatura como adjunto de Alfonso Alonso, pero no ha alcanzado la Portavocía hasta ahora.

También ha ocupado cargos relevantes en el partido. Con Javier Arenas de secretario general y José María Aznar de presidente del Gobierno, Hernando ejerció como responsable de Comunicación del PP y portavoz de Génova.

Artillero contra el PSOE

Desde ese puesto fue uno de los 'artilleros' del PP contra la oposición socialista. Su dureza verbal todavía se ha manifestado en ocasiones puntuales en los últimos años, con polémicas en asuntos como la inmigración, el cambio climático o las víctimas del Franquismo. Es recordado asimismo por llamar "pijo ácrata" al juez Santiago Pedraz de la Audiencia Nacional.

"Hay gente que se queja de que soy demasiado claro --ha reconocido este martes--. Yo soy así y no voy a cambiar. Voy a seguir intentando trasladar el mensaje de mi partido de la mejor forma posible y también abierto al conjunto de las fuerzas políticas".

Según ha explicado a los periodistas, uno de sus objetivos como portavoz será "devolver la tranquilidad y la confianza en los políticos frente a aquéllos que vienen con nuevos aires a cambiarlo todo, cuando algunos de ellos, a poco que se rasque, se ve que son no precisamente de lo mejor", en velada alusión a Podemos.

Hernando ofrece diálogo a la oposición, pero también reprocha al PSOE su negativa a hablar de un pacto contra la corrupción. A su juicio, los socialistas "han cortado la comunicación" porque están "acomplejados por el síndrome que se les ha venido encima".

Discurso social

Rajoy le ha encargado defender las medidas del Gobierno y especialmente en clave social, remarcando el discurso de que los recortes de ayer servirán para aplicar políticas sociales hoy y mañana.

"España va a mejor, y ahora empieza a ir bien --ha proclamado--. Y espero que este 'ir bien' se consolide y que esto se consolidará cuando lleguemos a situaciones de crecimiento sostenido y que repercuta en el problema de acceso al empleo".