Puigdemont, Forcadell, JxSí y CUP firman la declaración de independencia que el presidente deja en suspenso

El presidente del Govern, Carles Puigdemont; la presidenta del Parlament, Carme Forcadell; los miembros del Govern que son diputados y los parlamentarios de JxSí y de la CUP han firmado en el Parlament la declaración de independencia de Cataluña que el propio presidente dejó en suspenso poco antes durante el pleno de este martes en aras del diálogo con el Estado y de una mediación internacional.

'Constituimos la república catalana, como Estado independiente y soberano, de derecho, democrático y social. Disponemos de la entrada en vigor de la Ley de transitoriedad jurídica y fundacional de la República', recoge el texto de la declaración.

Este documento, que no entra en vigor, tiene el membrete de la Generalitat de Cataluña y se titula 'Declaración de los representantes de Catalunya'.

Fuentes de la CUP han explicado a Europa Press que se han adherido a esta declaración porque "no contiene ninguna mención a la suspensión" de forma explícita.

LECTURA PÚBLICA COMPARTIDA

La declaración la han firmado uno a uno todos los diputados independentistas y después la han leído en voz alta el líder de JxSí en el Parlament, Lluís Corominas; la portavoz del grupo, Marta Rovira, y las diputadas de la CUP Mireia Boya y Anna Gabriel.

Boya ha puesto voz al fragmento dispositivo de la declaración en el que se constituye la república catalana, se dispone la entrada en vigor de la ley de transitoriedad y se da por iniciado el proceso constituyente: su parte de lectura se ha visto interrumpida por los aplausos y vítores de los diputados firmantes.

APELACIÓN INTERNACIONAL

La declaración también recoge la voluntad de abrir negociaciones con el Estado 'sin condicionantes previos' y en condiciones de igualdad, y pide a la comunidad europea e internacional que reconozca a Cataluña como Estado independiente y soberano.

El documento apela directamente a las autoridades europeas a 'intervenir para frenar la violación de derechos civiles y políticos en curso', y manifiesta la voluntad de contribuir a un proyecto de UE que refuerce los derechos sociales y democráticos de los ciudadanos.

'Afirmamos que Cataluña tiene voluntad inequívoca de integrarse tan rápidamente como sea posible en la comunidad internacional', añade la declaración, en la que los diputados también instan al Govern a adoptar las medidas necesarias para hacer posible la plena efectividad la declaración de independencia.

El texto prevé un Estado catalán que se comprometa a respetar las obligaciones internacionales que se aplican actualmente en el territorio catalán y que pueda 'continuar siendo parte de los tratados internacionales de los que forma parte el Reino de España'.

'RESTABLECE SU PLENA SOBERANÍA'

El texto no explicita que la declaración está suspendida y afirma: 'Cataluña restablece hoy su plena soberanía, perdida y largamente anhelada, después de décadas de tratar, honestamente y lealmente, la convivencia institucional con los pueblos de la península ibérica'.

La declaración reivindica que, desde la aprobación de la Constitución Española, la política catalana 'ha tenido un papel clave, ejemplar, leal y democrático hacia España y con un profundo sentido de Estado', y considera que el trato que Cataluña ha recibido del Gobierno central ha sido injusto y discriminatorio.

También reivindica la organización del referéndum de independencia del 1 de octubre y critica al Estado por haber aplicado un estado de excepción de facto, y por la 'brutal operación policial de estilo militar orquestada por el Estado español" contra los catalanes que estaban en los colegios electorales'.

La declaración recuerda las cargas policiales del 1-O y constata: 'La constitución de la república catalana se fundamenta en la necesidad de proteger la libertad, la seguridad y la convivencia de todos los ciudadanos de Cataluña y para avanzar hacia una democracia de mayor calidad'.

Ahora el Govern y los partidos independentistas dejan en suspenso este documento en busca de la mediación, y la incógnita es qué tiempo exacto se da el Govern para que esta mediación dé sus frutos.