Los diez votos de más respecto a la suma de diputados populares y de Ciudadanos con los que Ana Pastor logró ser elegida presidenta del Congreso pueden salirle muy caro al Partido Popular. Los grupos nacionalistas se niega a reconocer que fueron ellos los que apoyaron a la candidata de Rajoy pero el partido de Rivera ya ha avisado que de haber contraprestaciones a este apoyo se plantea cambiar su abstención en la segunda votación de investidura por un no.