Una vez detenido el atracador, los agentes procedieron a cortar el tráfico en un perímetro de 30 metros alrededor de la sucursal para investigar si un elemento de plástico que dejó el atracador podía contener alguna sustancia explosiva.
Y es que el propio asaltante comentó a los rehenes que portaba un cartucho explosivo, según indicaron testigos presenciales. Tras realizar las pertinentes comprobaciones, se ha certificado que no había ningún explosivo y el tráfico ha quedado restablecido con normalidad.