Lambán apela a la unidad para que el PSOE sea una "fuerza cohesionada", aunque haya "debate" interno

Ha aseverado que "un partido no puede ser en modo alguno una especie de pasarela por la que pasan los candidatos para recibir abucheos o aplausos", sino que "debe ser una maquinaria productora de ideas, capaz de sostener y renovar un proyecto político, capaz de apoyar la acción de los compañeros en las instituciones", lamentando que en el PSOE "las cuitas y los problemas internos ocupan mucho más espacio en el debate que lo relacionado con las políticas concretas que se desarrollan respecto a los ciudadanos".

Así, ha opinado que "no se es más socialista por gritar más, por proclamarlo más", sino que "se es en la medida que se vive como un socialista y, sobre todo, si se tienen responsabilidades institucionales", cuando "se desarrollan acciones socialistas".

Lambán ha considerado que el modelo de partido debe reproducir internamente el planteamiento político y territorial que defiende para el conjunto de la sociedad, de forma que "si somos partidarios de la democracia representativa, no tiene sentido que en nuestra organización ensayemos otro tipo de fórmulas".

UN PARTIDO RELEVANTE

El dirigente de los socialistas aragoneses ha dicho que el PSOE ha sido "un partido relevante" en España "como factor de cohesión y entendiendo que las partes forman un todo" y "el todo debe prevalecer sobre las partes", en un sentido federal, lo que también se debe aplicar en el ámbito orgánico, en alusión expresa al "problema" de Cataluña y el PSC.

Si esto se resuelve correctamente, ha considerado, el PSOE será "una fuerza relevante capaz de volver a ser Gobierno" en España, advirtiendo de que "en ningún sitio está escrito que el PSOE esté destinado a ser siempre el primer o segundo partido" del país, sino que dependerá de quienes componen la militancia, que "no son los que se arrogan de manera exclusiva la condición de tales, sino que somos todos y cada uno de nosotros".

Igualmente, ha dejado claro que "insultándonos en las redes no hacemos ningún favor a la ciudadanía" ya que solo se le resuelven los problemas en las instituciones. El dirigente socialista ha reconocido que supone una "preocupación" lo que va a ocurrir en las elecciones autonómicas y municipales de 2019, donde las candidaturas "deben ser renovadas".

Javier Lambán ha llamado la atención sobre las "circunstancias medioambientales" que "nos deben preocupar", en alusión a la pérdida de la mitad de la representación en las Cortes Generales y el retroceso en las elecciones vascas y gallegas, afirmando que no hay "unos pocos responsables", sino que debe realizarse un esfuerzo "colectivo" para "salir de ese pozo".

CENTRO IZQUIERDA

Javier Lambán promoverá la "recuperación de la capacidad del PSOE para volver a conectar con una mayoría social suficientemente amplia como para volver a aspirar a gobernar este país", siendo "secundaria" la cuestión del liderazgo, ya que se trata de "recuperar el espacio sociológico, ideológico y cultural que ha tenido en otros tiempos y que desde 2010 hemos ido perdiendo paulatinamente", actualizando los postulados de este partido "a la demanda de la sociedad actual".

Ha subrayado que el PSOE es un partido de "centro izquierda" porque "nosotros no hemos sido radicales nunca, ultraizquierdistas nunca", sino que este es un partido "pragmático, promotor de políticas de igualdad de oportunidades, constitucionalista, que entiende que el origen de la democracia actual está en la Transición", que "algunos denuestan", y que valora de forma positiva la historia de España desde 1978, profundamente europeísta.

"Con unidad podemos proponernos cualquier cosa, el socialismo aragonés puede ser de primer nivel en España en los próximos años, podemos aspirar a gobernar todas las instituciones de la Comunidad", ha continuado el también presidente del Gobierno regional, quien ha avisado de que "disgregados, enfrentados unos a otros, desperdiciando recursos humanos, no podemos aspirar absolutamente a nada".

Ha aludido a los partidos que no son constitucionalistas y tampoco europeístas en un momento en el que se ciernen amenazas como el populismo ruso y americano, el cambio climático o las guerras de Oriente medio. "Si siempre ha tenido sentido ser europeísta, ahora lo tiene mucho más", ha dicho, indicando que "España solo puede ser un actor importante en la política mundial en el ámbito europeo".