Fernández Díaz califica de "pleno de la vergüenza" el debate de investidura catalán

En declaraciones a la prensa en Barcelona, Fernández Díaz ha querido vincular el proceso soberanista con la caída del Muro de Berlín, de la que este lunes se celebrará el 26 aniversario.

El ministro ha asegurado que el proceso soberanista va en contra "de la historia y el sentido común", y cree que pretende levantar dos muros: uno entre los catalanes y otro entre los catalanes y los españoles.

Fernández Díaz ha pedido al presidente de la Generalitat en funciones, Artur Mas, que desista y que "se vaya a su casa", para que deje de hacer daño a los catalanes y a su convivencia.

El candidato del PP por Barcelona ha afirmado que en cualquier país "un político con dignidad se habría ido a su casa desde hace mucho tiempo", y ha asegurado que en este lío se ha metido Mas, a quien considera responsable.

"Me parece patético que Mas esté mendigando el voto a la CUP", ha aseverado Fernández Díaz, y ha añadido que jamás habría podido imaginar que un partido como Convergència llegara a esta situación.

Además, ha tildado de "despropósito" el contexto actual, y ha asegurado que la investidura de Mas no garantizaría la gobernabilidad de Cataluña ni la estabilidad institucional, que a su parecer es lo que necesita España.

Fernández Díaz ha dicho que España está preocupada por lo que pasa en Cataluña pero también lo está toda la Unión Europa, porque según él ha pedido una "España fuerte y unida".

REFUGIADOS

El ministro del Interior ha destacado que España participe en el plan piloto de la Unión Europea de acogida de refugiados, y ha celebrado que este domingo llegue el primer grupo de eritreos y sirios.

Fernández ha asegurado que la finalidad es "traerlos, acogerlos e integrarles en la sociedad", y ha considerado que España es pionera al incorporarse a los Estados europeos que implantan el plan de acogida e integración.

Sin embargo, el ministro no ha querido especificar dónde llegarán los refugiados porque se debe garantizar el derecho a su integridad y la privacidad, puesto que como refugiados políticos podrían sufrir "represalias".