Iba a ser una fiesta y acaba en decepción: la concentración en las cercanías del Parlament

El ambiente era de fiesta, de euforia total cuando el presidente catalán arranca la declaración de independencia. Todo iba a cambiar segundos después. Era la profunda decepción de miles de personas congregadas cuando se anunciaba esa suspensión. La gente se marchaba muy decepcionada, con pitos y abucheos de los manifestantes. Eran pocos los que daban tregua al president. Los que desde ya avisan que no darán esa tregua son las juventudes de la CUP, llaman directamente traidor a Carles Puigdemont y aseguran textualmente que a ellos la prudencia no les convertirá en traidores. Es el aviso de cientos de personas, que muy enfadados, no dan por suficiente el anuncio del presidente catalán.