Las Fuerzas Armadas españolas ejercerán el mando en dos contingentes multinacionales de la UE y uno de la OTAN en 2017

En un comunicado, el Ministerio de Defensa ha afirmado que entre el 29 de febrero y el 27 de julio el buque de salto anfibio de la Armada 'Galicia' se constituirá en el Cuartel General de la Fuerza Naval de la Unión Europea y asumirá el mando de la operación 'Atlanta', que se lanzó para luchar contra la piratería y el robo a mano armada en aguas del océano Índico occidental.

Por norma general, aunque la composición puede variar, la Fuerza Naval de la Unión Europea dispone de entre cuarto y siete buques y entre dos y cuarto aviones de patrulla marítima. España ha asumido hasta en cinco ocasiones el mando de esta Fuerza, según el Ministerio.

Por otro lado, España también preparará y certificará de la Fuerza de Respuesta Rápida de la Unión Europea, conocido como 'Battle Group Package', durante el segundo semestre del año. Esta fuerza no es permanente y se activa en función de lo que decida la Unión Europea.

El teniente general jefe del Cuartel General Terrestre de Alta Disponibilidad del Ejército de Tierra español ha sido predesignado como comandante del Cuartel General Operacional. Además, España aportará a esta fuerza capacitadores operacionales y estratégicos de la Armada, el Ejército del Aire y la Unidad Militar de Emergencias.

Respecto a la operación de la OTAN, el Ministerio de Defensa ha señalado que España ha propuesto el mando de la 'Task Unit 02' de la agrupación marítima permanente 2 del 29 de enero al 5 de mayo para velar por la seguridad marítima a lo largo de todo el mar Mediterráneo.

La agrupación española es la que más unidades aporta de los diferentes países de la alianza y participa con regularidad en la operación 'Active Endeavour', que tiene como objetivo principal disuadir del posible uso de este mar a organizaciones con propósitos terroristas.

Asimismo, España también mantiene su compromiso con la Policía Aérea del Báltico con el despliegue en Estonia previsto para mayo de cuarto aviones F-18 del Ejército del Aire. Esta operación se enmarca dentro del "esfuerzo" colectivo de la OTAN de defender la "integridad" del espacio aéreo de sus miembros y también cubre las limitaciones que tienen los países bálticos en capacidad de defensa aérea.