La Comisión de Nombramientos insiste en que los bancos controlaron "hasta el final" la salida de Benjumea

Los miembros de la Comisión de Nombramientos de Abengoa han explicado este miércoles en una nueva sesión de vista oral por las indemnizaciones millonarias condedidas a altos directivos, que las entidades financieras implicadas en la fallida ampliación de capital del grupo sevillano no solo forzaron la salida del presidente Felipe Benjumea sino que la controlaron "hasta el final" y que éste llegó a perder todo el patrimonio por culpa de las mismas.

Alicia Velarde, investigada por delito de administración desleal en el procedimiento que sigue la Audiencia Nacional y para la que Fiscalía pide tres años y medio de prisión, ha relatado a preguntas de las partes que en las horas previas al cierre de la operativa por la que iban a recibir una inyección de 650 millones de euros, el Banco Santander y el resto de entidades implicadas frenaron la operación y la condicionaron a la salida de Benjumea.

"La realidad es que sabíamos que teníamos que cesarle. No nos quedaba otra", ha dicho Velarde, que integraba la Comisión de Nombramientos y Retribuciones, dependiente del Consejo de Administración de la multinacional sevillana. El fiscal le acusa de dar el visto bueno a este cese, "que lo que realmente encubría era una renuncia" y al del exconseiero delegado Antonio Manuel Sánchez Ortega, también investigado en el procedimiento.

Al respecto la acusada ha respondido que Benjumea y su número dos en Abengoa (que percibieron una indemnización de 11.484.000 y 4.484.000 euros, respectivamente) cumplieron con las cláusulas estipuladas en los nuevos contratos para la alta dirección de febrero de 2015 sobre la bonificación por permanencia, la obligación de no competir contra la multinacional en el plazo de dos años tras su salida y la indemnización por cese anticipado.

"SU TRAYECTORIA LE ACREDITABA"

"Benjumea había tenido una trayectoria que acreditaba reconocerle algo existente en cantidad empresas y compañías con los mismo parámetros del mercado. Como consecuencia de su dedicación a la compañía era lógico que a los 65 años, si seguía ahí, tuviera una retribución por su permanencia", ha respondido Velarde añadiendo que "si había una torre del uno al mil de importancia él estaría en el número 999".

El fiscal del caso, José Perals, acusa a la Comisión de informar favorablemente de su indemnización --a la vista del informe elaborado por DLA Piper-- siendo consciente de la situación económica de Abengoa y expone que su cese no fue una condición impuesta por los bancos sino una recomendación y que la ampliación de capital no salió porque las condiciones impuestas fueron incumplidas.

En relación a los nuevos contratos que firmaron los dos exdirectivos, Velarde ha precisado que se trata de un hecho normal para garantizar la transición de cargos y que la Comisión se pronunció sobre el contrato de prestación de servicios de Sánchez Ortega porque seguía siendo consejero pero no sobre el de Benjumea, firmado el mismo día de su renuncia como consejero el 23 de septiembre de 2015.

"El contrato de Benjumea nos es absolutamente ajeno. Es más, yo no sabía de la existencia de ese contrato. Ni antes, ni durante, ni después (de su firma) pasó por la Comisión", ha dicho ante el tribunal de la Sección Cuarta de la Sala de Lo Penal.

LLAMADA DEL BANCO SANTANDER

Tras Velarde, el interrogatorio ha seguido con el quinto y último procesado en la causa, el también miembro de la Comisión de Nombramientos Antonio Fornieles. El directivo ha relatado que fue el día 14 de septiembre de ese año cuando recibió una llamada telefónica del presidente del Santander España, Rodrigo Echenique, con el que mantuvo un breve encuentro de diez minutos.

En el mismo, éste le comunicó que, "como mínimo", Benjumea tenía que dejar sus cargos en la compañía si querían seguir adelante con la operación. "Antonio, esta es una decisión tomada, no le dés más vueltas", ha explicado el acusado parafraseando a Echenique.

A su vuelta a la sede de Abengoa, Fornieles le comunicó el mensaje a Benjumea, que lo recibió con "sorpresa". Me dijo que pensaba que era la persona adecuada para sacar esto adelante, que no entendía bien la cuestión pero que estaba a disposición del consejo", ha dicho sobre el que ejercía la presidencia desde 1991.