Bruselas niega manipulación en la traducción de la declaración de Junker sobre Cataluña

"Creo que está muy claro que la Comisión Europea es una autoridad independiente. Nadie puede manipular a la Comisión", ha respondido en una rueda de prensa en Bruselas la portavoz comunitaria Mina Andreeva.

El martes trascendió una respuesta escrita de Juncker al eurodiputado del Partido Popular Santiago Fisas en la que el jefe del Ejecutivo comunitario avisaba al Parlament catalán de que no tenía capacidad para declarar la independencia del territorio.

Sin embargo, el miércoles el Parlamento Europeo publicó en su web la versión en inglés a la misma pregunta y se constató que no se correspondía al texto en castellano.

Ambas versiones fueron retiradas al constatar el error y, posteriormente, se volvió a publicar el texto en inglés, únicamente, por ser la versión "aprobada y firmada" por Juncker.

En ella, el presidente de la Comisión se limitaba a decir que no quería interferir en asuntos internos y recordaba la posición que defiende Bruselas desde 2004, en cuanto a que si un territorio declara unilateralmente su independencia de un Estado miembro, queda fuera de la UE.

El Gobierno de Mariano Rajoy considera "irrelevante" el equívoco, porque da por buena la explicación de Bruselas, según indicaron fuentes de Moncloa, pero desde la Generalitat y varios eurodiputados catalanes han exigido una investigación formal.

Bruselas, sin embargo, evita aclarar si abrirá un expediente formal para estudiar el caso e insiste en que es "normal" que se produzcan "errores humanos, fallos" en una organización con "35.000 personas" trabajando en ella, en palabras de la portavoz.

Con todo, fuentes europeas consultadas ven poco probable que antes de las elecciones del domingo se dé una explicación formal a lo ocurrido, ni esperan que se identifique al responsable del error.

Andreeva sí ha concedido que revisarán el procedimiento para entender qué falló en el sistema, al tiempo que ha querido restar importancia a lo sucedido porque, ha dicho, la posición de Bruselas es "clara" respecto a la independencia de un territorio de un Estado miembro.