Una pensión mileurista valdrá en 2041 unos 600 euros y apenas se revalorizará, dice Geroa Pentsioak

Esta estimación es la que ha ofrecido este miércoles la gerente del fondo de pensiones del sector metalúrgico guipuzcoano Geroa Pentsioak, Virginia Oregui Navarrete, en su comparecencia ante la Comisión del Pacto de Toledo en el Congreso.

Oregui ha presentado a los diputados el modelo de gestión del sistema complementario, basado en aportaciones voluntarias en la empresa, semejantes a las cotizaciones a la Seguridad Social, por parte de la empresa y el trabajador. En su caso, cuentan con una rentabilidad del 23% para fondos a 37 años, ha dicho.

"No somos la panacea ni vamos a resolver la falta de ahorro de las pensiones", ha explicado, desgranando ante los parlamentarios las características de este sistema, para el que ha reclamado "un marco legal estable", así como incentivos fiscales en las cuotas y en el Impuesto de Sociedades que pueda motivar a las empresas la adopción de estos sistemas.

La previsión complementaria, ha detallado, "debe ser generalista y proporcional" --"no se debe regalar nada", ha dicho, pues "existen otras vías para ir a la solidaridad"--, eficiente, contar con la independencia necesaria como para poder decidir las inversiones y gestionar bien el riesgo y disciplina en su mantenimiento.

SIN FINALIDAD LUCRATIVA

Oregui también ha rechazado que se traten de un producto financiero --aunque ha reconocido que "los mercados son instrumento"--, y la ausencia de una finalidad de lucro, a diferencia de otras figuras complementarias de pensiones como las mutuas.

De hecho, ha destacado que el 12% del patrimonio que maneja el fondo está destinado en bonos de deuda del Gobierno vasco y de empresas radicados en esta comunidad, algo que cree necesario equiparar a fondos similares, que tienen expuesto en deuda un 30%, con el objeto de generar un "círculo virtuoso". "No nos vendría mal con el escenario de deuda que tenemos", ha dicho.

La gerente del fondo de pensiones también ha valorado la situación del sistema de pensiones, en el que cree que deben inyectarse nuevos ingresos, o cuando menos aligerar los gastos vía Presupuestos, bien desligando gastos administrativos o bonificaciones que asume la Seguridad Social.

Todo esto para aminorar la futura pérdida de poder adquisitivo de las pensiones, que únicamente podría evitarse con el actual sistema eliminando el factor de sostenibilidad, recuperando la indexación a la inflación o complementando las pensiones.