El administrador de la papelera CEL extiende hasta fin de mes el plazo de ofertas para hacerse con el grupo

El administrador concursal de la papelera CEL ha ampliado hasta el próximo día 31 el plazo de presentación de ofertas formales para hacerse con el grupo papelero, al que optan un grupo chileno, otro catalán y un tercero italiano, que están en conversaciones con los trabajadores para explicarles sus intenciones.

Según han informado fuentes sindicales a Europa Press, este jueves más de un centenar de trabajadores han realizado una segunda marcha a pie que ha partido de la sede de Ecofibras, en Aranguren, a las seis de la mañana para concluir en Bilbao, de nuevo ante el Palacio foral.

El comité mantiene esta tarde una nueva reunión con el administrador concursal de CEL, dentro del periodo de consultas, a quien han vuelto a pedir la retirada del ERE de extinción, que supondrá el despido de 211 de sus 254 trabajadores. "No es el momento. Estamos en conversaciones con los inversores que se han acercado y el ERE nos sentencia bastante y nos pone entre la espada y la pared", ha indicado las citadas fuentes.

"Seguimos hablando y limando asperezas con los posibles inversores, muy poco a poco pero avanzamos, lo que siempre es algo positivo", han señalado los sindicatos, para añadir que están lejos de llegar a un acuerdo con los posibles compradores y un ERE es un "despropósito total".

INVERSORES

Los tres posibles inversores que siguen en liza para hacerse con CEL han manifestado su voluntad de hacerse con el conjunto del grupo y reclaman rebajas salariales a los trabajadores. Tanto los trabajadores como el administrador concursal darán prioridad en una posible adjudicación a quien asegure el 100 por cien de recontratación de la plantilla y un proyecto industrial "viable y serio".

Asimismo, los trabajadores consideran que, si se da un acuerdo de uno de los ofertantes con el comité, su oferta "pesará más que la del resto". Si a fecha de 31 de octubre no se presenta ninguna oferta formal, se procederá a aplicar el ERE de extinción y al cierre de las fábricas, de las cuales parte de la de Artziniega y la de Güeñes siguen trabajando.