El acuerdo para evitar el 'abismo fiscal' de EEUU impulsa el Ibex hasta el 3,43%

En concreto, el parqué madrileño ha conseguido situarse en los 8.447,6 enteros, recuperando la cota del 21 de marzo de 2012, cuando se instaló en los 8.490 puntos.

La prima de riesgo, por su parte, también ha celebrado el acuerdo americano y, tras amanecer en los 400 puntos, al cierre de la bolsa madrileña se relajaba hasta los 360 puntos básicos.

En este contexto, Bankinter se ha consolidado como el mejor valor de la jornada, con un repunte del 8,60%, seguido de Mapfre (+7,95%), IAG (+6,91%), Mediaset (+6,15%) y Banco Popular (+5,97%).

En el lado opuesto, Viscofan se ha convertido en el 'farolillo rojo', con un retroceso del 3,90% en su debut en el Ibex 35. La compañía ha cerrado la sesión con sus títulos en 41,14 euros. Amadeus (-0,92%) y Ebro (-0,17%) tampoco han conseguido mantener el tipo.

Respiro en las bolsas europeas

El acuerdo fiscal en EE.UU. también ha sido bien recibido en las principales plazas europeas, que han cerrado en positivo, si bien no han conseguido los niveles del parqué madrileño. Mientras Francfort se ha anotado un 2,9%, París ha sumado un 2,55% y Londres un 2,2%.

"Las bolsas europeas inician el año con fuertes subidas, fruto del acuerdo parcial alcanzado durante la madrugada europea en EE.UU. que constituye un primer paso para evitar el 'abismo fiscal', pero sin eliminar definitivamente esa amenaza, en la medida en que se centra exclusivamente en la cuestión impositiva, la más susceptible de ser acordada", ha afirmado el analista de IG Markets Daniel Pingarrón.

No obstante, el experto señala que las "importantes" subidas bursátiles de hoy "se deben en gran medida a la frustración previa del rally navideño, fruto de la incertidumbre sembrada por las negociaciones en EE.UU". "Las bolsas han superado niveles muy importantes, dentro de una tendencia secundaria muy alcista que fue iniciada este verano, pero no tardarán en exigir un respiro", añade.

En el caso concreto del Ibex, Pingarrón indica que su potencial para este año se encontrará en un rango entre el 10 y el 20%, pudiendo acabar el año entre los 8.900 y los 10.100 puntos, mediando entre ambos un nivel clave: 9.325.

También mantiene que los soportes por abajo están en 7.600, 7.165 y, muy lejos, los 5.940. "La pérdida de los 7.000 puntos implicaría un fracaso en la percepción de irreversibilidad del euro, y un regreso de los pánicos previos a julio", subraya.

A nivel micro, Pingarrón apunta que los principales factores motrices serán la capacidad de Inditex de continuar subiendo y completar un año con una revalorización que supere la tercera parte de la conseguida en 2012, por encima de la media del índice, y la capacidad de Telefónica de recuperar sus fuerzas.

Asimismo, subraya la canalización del riesgo país a través de Santander y BBVA, "que son los dos grandes valores más elásticos a las cuestiones relativas a la deuda española y sus derivadas" y la aportación de las compañías del sector eléctrico/utilities, "inmersas en un proceso de reforma cuyo alcance se desconoce".

Bankia se deja un 6,14% en su primera sesión fuera del Ibex

Bankia se ha dejado un 6,14% al cierre de mercado, en la que ha sido su primera sesión cotizando fuera del selectivo Ibex 35. El precio por acción del banco nacionalizado se ha quedado en 0,367 euros, con lo que agudiza su mínimo desde que saltó al parqué en julio de 2011.

Los títulos de la entidad presidida por José Ignacio Goirigolzarri se han intercambiado en un rango de entre 0,412 euros y un mínimo de 0,340 euros a lo largo de la jornada de este miércoles. En los primeros minutos de cotización, Bankia se ha llegado a desplomar un 11% en el mercado continuo.

La entidad ha abandonado temporalmente el Ibex desde este miércoles ante el proceso de recapitalización que encara, por lo que el principal indicador de la bolsa española quedará formado por 34 valores.

Así pues, los títulos del banco nacionalizado se han depreciado un 90,2%, frente a los 3,75 euros que marcaron en su debut en Bolsa, en algo más de un año en el que se sucedió la dimisión de Rodrigo Rato y en el que el Estado tuvo que nacionalizar la entidad, recapitalizada con fondos procedente de la Eurozona.