Constâncio (ECB) cree que la normalización de la inflación y el desempleo continúa siendo difícil

En este sentido, el economista ha explicado que no solo la "recuperación cíclica" de la zona euro es ahora mucho más "amplia y consolidada", sino que también comienza a descansar sobre una base estructural mucho más sólida.

Sin embargo, a pesar de que ha insistido en que los países periféricos de la zona euro han completado notablemente su fase de ajuste, con lo que consecuentemente los Dieciecinueve son ahora más resistentes a 'shocks' gracias a una mayor sincronización de los ciclos económicos y reducción de desequilibrios, ha asegurado que existen riesgos que podrían deteriorar los mercados "repentinamente".

Así, se ha referido a los riesgos relacionados con la evolución política y económica de Estados Unidos y de los países emergentes, así como a los desafíos geopolíticos. También ha subrayado la necesidad de reanudar la puesta en marcha de reformas estructurales e institucionales que permitan retomar la trayectoria hacia la convergencia económica real de los países, a pesar del avance ya logrado en esta materia.

Además, ha criticado la inexistencia de una "fuerte fase de reflexión económica mundial" en lo que va de 2017, mientras que ha asegurado que a principios de año "parecía probable que esto se materializara".

"Aunque debemos estar seguros de la sostenibilidad de la recuperación tras la crisis económica financiera mundial, tenemos que reconocer que ha tardado mucho más en la zona del euro que en otras economías avanzadas", ha admitido Constâncio, mientras ha aseverado que esta evolución "no se habría materializado sin la política monetaria expansiva por la que el BCE apostó desde la segunda crisis de deuda de 2012-2013".

De igual forma, el vicepresidente de la entidad comunitaria ha hecho balance respecto a la profundidad y duración de la crisis entre los Estados miembros de la eurozona y ha querido destacar el lado positivo de la recesión, al asegurar que gracias a su impacto quedó a la luz el "carácter incompleto" del diseño y arquitectura institucional de la Unión Monetaria, animando a dotarse de nuevos instrumentos para hacer frente a sus debilidades y aumentar así su resiliencia.

Por último, explicó que tampoco se debe caer en la "complacencia", ya que aún existen retos "cruciales". La zona del euro se encuentra en un entorno de bajo crecimiento potencial y con unos niveles de paro y deuda demasiado elevados en varios países.