Bruselas anuncia los criterios a aplicar para incluir países en la lista europea de paraísos fiscales

El objetivo del Ejecutivo comunitario es facilitar a los Estados miembros la labor de determinar con qué países debería comenzar la UE un diálogo en relación a cuestiones de gobernanza fiscal, según ha señalado en un comunicado, en el que ha advertido que, sin embargo, no se trata de una "lista negra" preliminar ni prejuzga a las jurisdicciones que han sido incluidas.

Así, Bruselas ha subrayado que los resultados obtenidos con estos indicadores no son suficientes para extraer conclusiones sobre si estos países deben ser seleccionados para una evaluación más profunda o directamente para ser incluidos en la futura lista europea de paraísos fiscales.

El comisario de Asuntos Económicos y Monetarios, Pierre Moscovici, ha asegurado que la UE "se toma en serio sus compromisos internacionales de buena gobernanza fiscal" y que "es razonable esperar lo mismo de otros socios internacionales".

"Queremos tener debates justos y abiertos con nuestros socios sobre cuestiones fiscales que nos preocupan a todos en la comunidad global. La lista de la UE será nuestra herramienta para tratar con los terceros países que se nieguen a jugar justo", ha enfatizado.

El proceso para cerrar esta "lista negra" se compone de tres pasos, el primero de los cuales era la elaboración por parte de la Comisión Europea de los indicadores que se utilizarán para evaluar a terceros países. Ahora corresponde a los socios comunitarios la labor de decidir cuáles serán evaluados por la UE. Este análisis incluye un proceso de diálogo con la jurisficción seleccionada.

Por último, los países de fuera del bloque comunitario que se nieguen a cooperar en materia fiscal o se enfrenten a la UE en cuestiones de gobernanza fiscal serán incluidos en la lista europea de paraísos fiscales. El objetivo es empezar la evaluación de estas jurisdicciones el próximo enero para poder tener la primera versión de la lista antes de que finalice 2017.

Los indicadores de selección se han agrupado en tres categorías. En primer lugar, el grado de interrelación económica de cada país con la UE, para evaluar la "fortaleza" de estos lazos económicos con el bloque comunitario. La segunda categoría hace referencia a la actividad financiera, para establecer si el país tiene un nivel desproporcionado de exportaciones de servicios financieros. Por último, los indicadores de selección evalúan los factores de estabilidad, para determinar si la jurisdicción puede ser considerada como un lugar seguro por los evasores.

Una vez que se han identificado los países más relevantes desde el punto de vista económico con estos indicadores, la Comisión Europea ha establecido tres criterios de riesgo: la transparencia y el intercambio de información, la existencia de regímenes fiscales preferenciales y la inexistencia de una base imponible del impuesto de sociedades.