En opinión de Bruselas, este acuerdo no supone una nueva ayuda de Estado puesto que se trata únicamente de un pago a los beneficiarios de una garantía pública ya aprobada. El acuerdo establece los pasivos pendientes garantizados por el Estado.
El Ejecutivo comunitario aprobó en 2013 el plan de liquidación del banco austriaco Hypo Alpe Adria y autorizó las ayudas públicas concedidas a la entidad hasta ese momento, así como la inyección adicional que era necesaria para completar su resolución.