Alba reduce su posición en ACS por debajo de la cota del 10%

El grupo inversor de la familia March sigue de esta forma desinvirtiendo en ACS, compañía en la que llevó a tener un 20% y de que la era primer accionista, puesto que actualmente ostenta su presidente, Florentino Pérez, con su participación del 12% en la empresa.

La nueva desinversión de Alba tiene lugar después de que el pasado mes de junio la Corporación abandonara del consejo de administración de la constructora, en el que tenía dos representantes.

La firma de los March achacó entonces su decisión a la necesidad de sortear la nueva norma sobre información privilegiada que entró en vigor el pasado mes de julio y seguir así contando con "flexibilidad y libetad" para "comprar o vender acciones de ACS en el momento en que lo estimara oportuno".

La nueva norma amplía el periodo en el que un inversor que este sentado en el consejo de administración de una empresa no puede mover títulos de esta firma antes de que realice operaciones corporativas o a presentar resultados, con el fin de evitar supuestos de información privilegiada.

Tras la nueva reducción de participación, Corporación Financiera Alba cuenta con 31,24 millones de acciones de ACS, representativas de 9,930% de su capital social, según consta en los registros de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).

Este porcentaje presenta un valor de mercado de 845 millones de euros, en función de la actual cotización de ACS.

De su lado, a cierre de septiembre, Alba tenía registrada su entonces participación del 11,02% de ACS en libros con un valor de 557 millones de euros.

Además de Alba y Florentino Pérez, el resto de accionistas de referencia de la constructora son los empresarios Alberto Cortina y Alberto Alcocer, que tienen conjuntamente un 9%, y Miquel Fluxá, con un 5%.

ACS aborda actualmente una estrategia de crecimiento y reforzamiento de su expansión internacional, al tiempo que concluye la reestructuración de sus filiales de construcción Hochtief y Cimic, y siguen ahondando en su reducción de deuda.

De hecho, el grupo espera recortar hasta los 1.600 millones de euros la deuda de 2.250 millones con que cerró el tercer trimestre del año cuando en las próximas semanas la venta de Urbaser, la filial de recogida y tratamiento de residuos.