La primera de ellas está concebida a partir de dos piezas orquestales de Maurice Ravel, que ofrece un baile imperial, grácil y confidencial; mientras que 'Wad Ras' es un gemido y una increpación al miedo.
La tercera de estas coreografías recorre piezas musicales que pasan por el cha cha cha, el mambo y canciones populares, y esta pieza termina cuando cada bailarín sale a buscar a su pareja entre el público.