Un hombre plantó 6.000 robles y dejó un espacio en el centro en forma de corazón en honor a su esposa fallecida. Ellos se casaron en 1962 y desde entonces vivieron felices hasta que, hace 22 años, la mujer falleció de un ataque al corazón. Fue en ese momento cuando comenzó a plantar el bosque que dibujaba un corazón en el centro señalando hacia donde murió su esposa. Ahora, se ha convertido en su refugio.