No era el recibimiento soñado para la antorcha olímpica. Con protestas y altercados, algunos manifestantes se han quejado del coste de los Juegos y han obligado a alterar el recorrido de la antorcha hacia Río de Janeiro. En un país que llega a la cita olímpica acuciado por la crisis, la atención mediática es aprovechada para gritar el descontento.