Más de 700 evidencias en la escena del crimen de Pioz

Los agentes de criminalística de la Guardia Civil recogieron más de 700 evidencias en la inspección ocular realizada en el chalet de Pioz (Guadalajara) en el que fueron asesinados Marcos Campos Nogueira, su esposa Janaína Santos Américo y sus hijos María Carolina y David, de 4 y 1 años respectivamente. Estas muestras fueron remitidas a los laboratorios del Departamento de Biología donde todavía se están analizando y cotejando con los perfiles genéticos del agresor y las víctimas. Muchas ya se han convertido en pruebas de cargo contra el asesino confeso, Patrick Nogueira, sobrino del cabeza de familia.

El joven, de 19 años, declaró que fue al chalet con la intención de matar a sus tíos y primos. Cuando llegó llamó al timbre y la mujer le abrió la puerta. Desde ese momento fue dejando su rastro por toda la casa aunque después intentó borrarlo: huellas dactilares, pisadas de sus zapatillas, sudor, saliva y un reguero de sangre como consecuencia de una herida que se produjo durante un forcejeo cuando se avalanzó sobre su tío y éste intentó defenderse.

Estas pruebas servirán para incriminar al detenido, que se encuentra provisionalmente en una celda de cristal situada en la enfermería del penal de Alcalá Meco. Intentan proteger su integridad física para que pueda llegar a sentarse en el banquillo de los acusados cuando se celebre el juicio.