Ahora es Verónica la que sufre la desconfianza, pero hace unos años fue Sergio. Descubrió que su mujer mantenía contactos con otros hombres en una red social. “Hace tres años empecé a mantener conversaciones con gente en Badoo y cuando me di cuenta de que estaba faltando al respeto y haciendo daño a Sergio, dejé de tener contacto con ellos”, explica Verónica.