De principio a fin
La saga completa de Star Wars, con sus seis episodios, llega a Mediaset. Para abrir boca recordamos las claves que han convertido a La Guerra de las Galaxias en una de las historias más grandes jamás contadas.
Jedis vs Siths
Uno de los puntos claves de Star Wars es la batalla a lo largo de toda la historia entre la orden Jedi, guardianes de 'la Fuerza', y los Sith, seguidores del lado oscuro como el célebre Darth Vader. Básicamente, la eterna lucha entre el bien y el mal llevada a cabo por maestros de las artes marciales con sables láser. El poder de estos sith es impresionante y más de un Jedi ha sucumbido a sus encantos buscando 'atajos' en su entrenamiento.
Darth Vader también fue niño
Una de las sorpresas del Capítulo I fue descubrir a Anakin Skywalker muchos años antes de que se conviritiera en el terrible 'sith' Darth Vader. El pequeño, interpretado por el jovencísimo actor Jake Lloyd, ya apuntaba maneras de Jedi: siendo niño ya era un as pilotando naves y un experto mecánico. Por no hablar de la enigmática revelación de su madre: "No nació". A pesar de la oposición del Consejo Jedi, que percibe miedo en el chaval, el maestro Qui-Gon decide tomarlo como padawan e instruirlo en los caminos de la fuerza. Aquí comienza la leyenda.
Una princesa, dos estrellas
Fue en 'La Amenaza Fantasma' cundo Natalie Portman se convirtió en una gran estrella, pero por aquel entonces no era tan conocida. Así, en aquella película se pudo jugar con que el personaje de la Princesa Padmé Amidala se intercambiaba con su 'señuelo', a la que daba vida nada más y nada menos que la Pirata del Caribe Keira Knightley.
Anakin y Padmé, una tragedia de dimensiones galácticas
Anakin Skywalker era solo un niño cuando conoció a la que sería su gran amor. Posteriormente, el miedo obsesivo de Anakin por la seguridad de Padmé acarreará consecuencias funestas para la pareja.
El jovencito Obi-Wan Kenobi
En las primeras películas de Star Wars, conocimos al 'viejo Ben-Kenobi', un hermitaño que vivía en una cueva del planeta Tatooine. El veterano actor Alec Guinness interpretaba al vetusto jedi. Cuando se llevaron al cine los primeros capítulos de la saga, Obi era un joven aprendiz de los Caminos de la Fuerza al que da vida Ewan Mc Gregor.
Con Jar Jar Binks se acabaron los 'muppets'
Los avances tecnológicos entre una trilogía y otra fueron significativos. El furor de la infografía llevó a introducir en 'La amenaza fantasma' personajes digitales en lugar de los tradicionales muñecos, 'muppets' y personas disfrazadas de la primera trilogía. Jar Jar Binks, un anfibio tontorrón y lenguaraz creado por ordenador irritó a más de un purista de Star Wars.
"Que la fuerza de acompañe"
El sabio Yoda ya estaba mayor en el Capítulo I de la saga 'Star Wars', pero aún así se movía con una agilidad increíble y su poder interior (la Fuerza) rivalizaba con la de los más grandes jedis y siths. En la primera trilogía de películas, el maestro, ya decrépito y exiliado en el planeta Dagobah, aún es capaz de entrenar a Luke Skywalker para intentar subsanar el error que cometió con su padre años atrás. A pesar de su grandeza, nunca fue capaz de coordinar correctamente el sujeto y el predicado de las frases cuando hablaba.
El ataque de los clones
En el segundo episodio de la saga, Obi-Wan descubre que miles de soldados-clones están siendo creado en el planeta Kamino. Defendieron a los enemigos de la República Galáctica en las llamadas Guerras Clon pero ocultaban en su programación un diabólico propósito: convertir la galaxia en un imperio gobernado por Señor Oscuro Darth Sidious.
El círculo se cierra
La última de las seis películas de Star Wars llevadas al cine, 'La venganza de los sith', prometía cerrar el círculo explicando cómo Anakin Skywalker acabó seducido por el lado oscuro y rebautizado como Darth Vader. El amor que sentía por Padmé y el miedo a perderla igual que perdió a su madre fueron determinantes a la hora de aceptar la diabólica proposición del Señor Oscuro.
Voy de negro y te preguntas el por qué
John Williams alza la batuta y la Marcha Imperial suena solemne mientras uno de los malos malísimos más carismáticos del cine hace acto de presencia. El lugarteniente de El Señor Oscuro lleva un imponente casco negro que oculta su rostro y es capaz de matar con solo un gesto. Pero cuando habla... ¡Ay cuando habla! Vader respira trabajosamente con un sonido característico (es lo que tiene bañarse en lava) y su voz grave hiela la sangre. No en vano, es bien sabido que en nuestro país lo doblaba el inconmensurable Constatino Romero.
"Ayúdame Obi-Wan, eres mi única esperanza"
Así comenzó todo... en el cine. El Episodio IV de 'La Guerra de las Galaxias', estrenado en 1977, arranca cuando todo parece perdido. El Imperio, con el Señor oscuro y su lugarteniente Darth Vader a la cabeza, domina férreamente la galaxia. La Princesa Leia, miembro de la Resistencia, consigue los planos de la Estrella de la Muerte, una imponente fortaleza imperial flotante. Antes de ser capturada, pone a salvo estos planos, junto a un mensaje pidiendo ayuda, dentro del androide R2-D2.
Han Solo, un mercenario con buen fondo
Harrison Ford se consagró como estrella de Hollywood dando vida al héroe intergaláctico Han Solo. El capitán del Halcón Milenario aparentemente era egoísta y canalla, pero tenía un fondo tierno y comprometido de lo más interesante. Aquí le vemos gritando "¡Yahoo!", expresión que, años después, daría nombre a un famoso buscador de Internet.
"¡Es una trampa!"
Los seres extraterrestres, buenos y malos, conviven con los humanos y humanoides en la muy, muy lejana galaxia en la que tiene lugar 'Star Wars'. Uno de los más curiosos que pudimos ver en las primeras películas era el almirante Ackbar, líder de la Resistencia contra el Imperio. Este anfibio fue el primero en percartarse de la gran amenaza que se cernía sobre todos ellos.
Jango Fett, un importante secundario
Aunque no es uno de los personajes más famosos de la saga, este cazarrecompensas a sueldo del Imperio es el original a partir del cual se crean todos los soldados-clones que vemos partir del Capítulo II, incluído el niño Boba Fett que se convertirá en la peor pesadilla de Han Solo.
La extraña pareja
Los androides R2-D2 y C3-PO aparecen, con mayor o menor protagonismo, en todas las partes de la saga. Sin embargo, es en la primera trilogía donde son más recordados por su carismática relación. Eran la versión mecánica de Epi y Blas, o de Jack Lemon y Walter Mathau. El valor y pragmatismo del pequeño R2 contrastaba con la excesiva prudencia y la pomposa elocuencia del androide de protocolo.
"¡Deja ganar al wookie!"
La primera película de la Guerra de las Galaxias fue un éxito a todos los niveles por diversos motivos. Uno de los más importantes era que nos brindaba escenas tan avanzadas tecnológicamente, fantásticas y a la vez cómicas como ésta en la que el androide R2 juega con el hirsuto Chewbacca a una especie de ajedrez con hologramas que nos recuerdan a las animaciones de Ray Harrihausen. "Deja ganar al wookie", es la sabia estrategia que C3-PO recomienda a su colega.
X-Wings, las fuerzas rebeldes
Junto a los dramas sentimentales, batallas de padres e hijos y cismas politicos y religiosos que tienen lugar en Star Wars, en el espacio exterior se libra la guerra de las galaxias propiamente dicha. La mayor parte de las ofensivas de la Resistencia contra el Imperio se llevan a cabo a bordo de naves X-Wing, llamadas así por la forma de sus alas al ser desplegadas totalmente. Su principal enemigo son los cazas imperiales o TIE-Fighter, en forma de pajarita (tie en inglés).
"Luke, confía en la fuerza"
El sabio Yoda ya estaba mayor en el Capítulo I de la saga 'Star Wars', pero aún así se movía con una agilidad increíble y su poder interior (la Fuerza) rivalizaba con la de los más grandes jedis y siths. En la primera trilogía de películas, el maestro, ya decrépito y exiliado en el planeta Dagobah, aún es capaz de entrenar a Luke Skywalker para intentar subsanar el error que cometió con su padre años atrás. A pesar de su grandeza, nunca fue capaz de coordinar correctamente el sujeto y el predicado de las frases cuando hablaba.
La Batalla de Hoth
'Episodio V-El Imperio Contraataca': Tras ser descubiertos por sondas, un grupo de AT-AT del Imperio ataca la Base Eco en la que se atrinchera la Resitencia en el planeta helado Hoth. Han Solo y Luke Skywalker impidieron que aquello fuera una matanza pero, aún así, el encuentro significó otra más de las lista de derrotas que tienen lugar en el que probablemente sea el capítulo más trágico de la saga.
"Luke, yo soy tu padre"
Esperamos que a estas alturas nadie nos acuse de spoilers. Quizá el momento más conocido de toda la saga Star Wars sea éste del 'Capítulo V - El Imperio Contraataca' en el que Darth Vader, con esa voz gutural que tiene, le hace esta increíble confesión a su hijo en un intento desesperado porque se una a él en el lado oscuro. El joven Jedi, busca en su interior y sabe que es cierto, a pesar de que daría una mano porque no fuera así.
Han Solo congelado en carbonita
Además de la muerte de Yoda y la derrota de Luke a manos de Darth Vader, 'El Imperio Contraataca' incluye otro hecho dramático. Han Solo es traicionado por su amigo Lando Calrissian y congelado en carbonita para pasar a engrosar la sala de trofeos de Jabba el Hutt.
Leia, de princesa a esclava
Leia (Carrie Fisacher) pasó por todo en las tres primeras películas de Star Wars. Fue política, revolucionaria, dama Jedi y, a juzgar por su peinado, seguro que también fallera mayor. Además se lió con su hermano Luke antes de descubrir el amor en los brazos de Han Solo. Pero nada como ser la concubina del monstruoso Jabba el Hutt, que la vistió con un provocativo bikini metálico que hizo las delicias de los fans en 'El retorno del Jedi'.
Somos los Ewoks
Aunque son pequeños, peludos, regordetes y abrazables como ositos peluche, los habitantes de la Luna de Endor son también una raza orgullosa, valiente y extremadamente belicosa. Su ayuda será vital para la resistencia a la hora de acabar de una vez por todas con el Imperio.
El combate final
La sombra del destino planea a lo largo de todos los años que comprende la saga hasta llegar al combate definitivo del bien y el mal personificado en las figuras de Luke Skywalker y Darth Vader. Aunque el combate carece de la estudiada coreografía de las nuevas películas, se compensa con grandes dosis de solemnidad y trascendencia.