Hartos ya de su vuelta a mundo, los Fernández-Navarro utilizarán regresan a su Mallorca natal para sorprender a sus hijos. Y la sorpresa es mayúscula: su hijo Fali y su yerno José están celebrando una fiesta en la piscina de Villa Loli en la que han cobrado entrada para así recaudar el dinero que les falta y reparar el Panamera.