“Es un acto antidemocrático prohibir una serie de banderas que no son ilegales”, decía Alberto Garzón en alusión a la polémica por las esteladas. En su opinión, esto es una forma de “echar gasolina a un incendio” y añadía que el Partido Popular “ha decidido entrar en campaña electoral como un elefante en una cacharrería”.