Jerónimo Blanco y otros nueve sindicalistas fueron condenados por delitos de presiones y contra los derechos de los trabajadores. Los hechos se produjeron en un piquete informativo durante la huelga general de 2012, él fue condenado a 7 años y, aunque se ha visto reducida a 21 meses, insiste en su inocencia. Ha llegado a Estrasburgo para demostrar su inocencia.